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Natalie Portman se estrena como directora

Superiberia

Jerusalén.- Nacida en Jerusalén hace 31 años, la actriz Natalie Portman nunca imaginó que su regreso a casa, en su debut detrás de las cámaras, pudiera ser objeto de una controversia religiosa.

No tanto por el guión, una adaptación de Una Historia de Amor y Oscuridad, la novela autobiográfica del famoso escritor israelí Amos Oz, si no por el lugar elegido para recrear los tiempos del mandato británico en Palestina.

Se trata de los barrios de Mea Shearim y de Nahlaot, habitados por crecientes comunidades de ultra ortodoxos judíos, cada vez más visibles e influyentes en una ciudad considerada santa, venerada y reclamada también por cristianos y musulmanes.

Según el canal 10, la televisión privada más importante de Israel, residentes de Nahlaot enviaron una carta a la municipalidad para quejarse de que los rodajes “se realizaban en calles cercanas a lugares religiosos sensibles como sinagogas y escuelas” y pedir que todo se supervisara con antelación para evitar ofensas.

Portman, ganadora de un Oscar de Hollywood en 2011 por su papel en El Cisne Negro, se embarcó en la aventura de recrear la aclamada autobiografía de Oz hace seis años, cuando decidió comprar los derechos al autor, cuyo nombre ha sonado en varias ocasiones para el premio Nobel.

Después, cedió el texto al guionista y novelista Assaf Gavron para que lo adaptara.

El rodaje comenzó hace apenas dos semanas, con un amplio equipo técnico estadunidense e israelí, actores de ambas nacionalidades, y la propia Portman en el papel de madre de Oz.

agencia

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