
En un alivio para la comunidad científica y el público en general, diversos observatorios astronómicos han actualizado las predicciones sobre el asteroide YR4 2024, reduciendo al mínimo su probabilidad de impacto con la Tierra en el año 2032. Gracias a nuevas observaciones realizadas con telescopios de todo el mundo, ahora se confirma que el riesgo de colisión es prácticamente nulo.
De “preocupante” a “sin riesgo” en la Escala Torino
El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA ha actualizado la clasificación del asteroide YR4 2024 en la Escala Torino, pasando de un nivel “3” en febrero a “0” en la actualidad. Esto significa que el asteroide ya no representa ninguna amenaza para la Tierra. Cabe recordar que una calificación de “3” es rara y generalmente se aplica a objetos de mayor tamaño.
Por su parte, el Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la Agencia Espacial Europea (ESA) también ha confirmado que la probabilidad de impacto del asteroide ha descendido a un 0.001%, eliminándolo de la lista de riesgo de la ESA.
Nuevas observaciones mejoran las predicciones
El astrónomo Olivier Hainaut, del Observatorio Europeo Austral (ESO), explicó que la posibilidad de impacto del asteroide había aumentado hasta un preocupante 3% en meses anteriores, lo que representaba la probabilidad más alta registrada para un asteroide de este tamaño. Sin embargo, a medida que se realizaron nuevas observaciones, la trayectoria del asteroide se aclaró y la probabilidad de impacto se redujo casi a cero.
“El haz más estrecho ahora se está alejando de la Tierra”, explicó Hainaut. “Debido a las incertidumbres, la órbita del asteroide es como el haz de luz de una linterna: cada vez más ancha y más borrosa en la distancia. A medida que observamos más, el haz se vuelve más nítido y estrecho. La Tierra estaba cada vez más iluminada por este rayo: la probabilidad de impacto aumentaba.”
El origen del asteroide YR4 2024
El asteroide YR4 2024 fue descubierto el 27 de diciembre de 2024 por el telescopio ATLAS, financiado por la NASA y ubicado en Río Hurtado, Chile. Su cercanía con la Tierra el 25 de diciembre permitió que fuera detectado con mayor claridad.
Según las estimaciones actuales, el asteroide tiene un tamaño que oscila entre los 40 y 90 metros, basado en la luminosidad del objeto. No obstante, estas medidas aún no son exactas, pero representan el cálculo más preciso disponible hasta la fecha.
La importancia del seguimiento astronómico
El Very Large Telescope (VLT) del ESO jugó un papel clave en el monitoreo del asteroide, proporcionando datos cruciales para refinar los cálculos de su órbita. Estos estudios llevaron a un aumento inicial en la probabilidad de impacto, lo que activó alertas en la Red Internacional de Alerta de Asteroides y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales. Sin embargo, las observaciones posteriores permitieron descartar cualquier peligro real.
Con esta nueva información, los científicos pueden enfocarse en la vigilancia de otros cuerpos celestes que puedan representar un verdadero riesgo en el futuro. Mientras tanto, la noticia de que YR4 2024 no impactará contra la Tierra en 2032 es un recordatorio de la importancia de la investigación astronómica en la defensa planetaria.
