En el núcleo de la Vía Láctea, donde se encuentra un agujero negro supermasivo, la NASA consiguió captar una impresionante imagen infrarroja que podría ayudar a los científicos a comprender lo que allí sucede, informó el fin de semana la agencia espacial en un comunicado.
Gracias a la combinación de datos del telescopio aerotransportado más grande del mundo –el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA), fijado a un Boeing 747 modificado–, fue posible echar un vistazo a 600 años luz en nuestra galaxia. Los datos de SOFIA, en conjunto con información de otros telescopios, produjo una impresionante imagen del centro de la Vía Láctea.