Debido a una creciente demanda del consumo de drogas sintéticas en el mercado, sobre todo estadounidenses y de Asia Oriental y Sudoriental, ha propiciado la instalación exponencial de narcolaboratorios durante los últimos años en México, revelan datos de diferentes dependencias oficiales y organismos internacionales.
En Baja California este tipo de laboratorios se ha detectado con mayor frecuencia, pues la ganancia de las organizaciones criminales incrementa al recorrer menos kilómetros por el país y dejar menos dádivas en manos de quienes permiten que la droga llegue hasta la frontera. Así se han descubierto fábricas en casas, bodegas y hasta en un barranco en La Rumorosa.