Orizaba.- No hay festejo del Día del Maestro ante la violencia imparable, pues en lo que va de la Administración gubernamental se estima que sean 15 docentes asesinados, además de los secuestros que no han sido contabilizados.
El integrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, Jesús Quiroz Cortés, manifestó que ser maestro es una profesión dignificante; sin embargo, “el gremio ha sido presa de la delincuencia, es uno de los más golpeados, rondan los 15 casos en este Gobierno, la inseguridad que se vive en el Estado ha golpeado al sector”.
Existe temor entre la sociedad, incluidos los maestros, pues sigue el mismo discurso “donde no pasa nada, no existe la delincuencia, que todo aquel que es asesinado es porque tiene una relación con el narcotráfico, criminalizando a las víctimas, quitándoles la responsabilidad a los encargados de dar solución y resultados a la población”.
Dijo que no hay nada por lo cual el magisterio tenga que celebrar un día que es de reconocimiento a la profesión, por las circunstancias que atraviesa el sector, como es que no hay certeza laboral, falta de cumplimiento de pagos, contratación de docentes para cubrir las vacantes existentes, además de la aplicación de la política de reducción de salarios.
En tanto, el presidente del Sindicato Unificador Magisterial (SUMA) en la región, Omar Hernández Dolores, indicó, el magisterio mantiene una lucha permanente gane quien gane las elecciones del primero de julio este año, independiente de la Reforma Educativa la verdadera pelea y transformación del País se debe dar en las aulas, enseñando valores sociales en la comprensión de la vida para recobrar la credibilidad.
Consideró, “se han enfrascado mucho en su lucha magisterial descuidando otro tipo de lucha, como la social, la que se da en el aula, ¿cómo transformas a un País si no lo haces en el aula?”.
Con ello, refirió que muchos maestros son padre y madre de los pequeñitos porque sacrifican en parte a sus hijos, en los festejos del Día de la Madre, el Día del Padre y que pudieran estar con ello, pero por su trabajo no pueden, además, en situaciones de alto riesgo, pudieran salir corriendo para saber del estado en el que se encuentran y no lo hacen porque son responsables de grupos de 20 o 30 alumnos.
“Como está la violencia en el Estado, cuántas veces no se ha visto que ellos quisieran salir corriendo a ver a sus hijos porque algo pasa y tienen que quedarse resguardando a los pequeños que enseñan, ese es un bastión olvidado y que merece reconocimiento. Esta es la profesión más noble, porque el maestro no sólo cuida, protege, educa; también invierte en cartulinas, material didáctico, mobiliario para los salones y en donde no hay recursos para ello, de su bolsillo, de su quincena sacan para comprar y no dejar de educar”, concluyó.
