Córdoba.- Ante la inesperada renuncia del Papa Benedicto XVI, quien al manifestar que ya no posee la fortaleza física y mental para afrontar las exigencias de su cargo, convirtiéndose en el primer Sumo Pontífice en renunciar en más de 700 años, el obispo Eduardo Patiño Leal, señaló que esta es una situación que si bien ha generado incertidumbre debe verse como un mensaje importante para toda la iglesia, esta acción se interpreta de seguir adelante, ante los tiempos modernos y cualquier dificultad.
En este caso la renuncia de Benedicto XVI, comentó Patiño Leal, no está sujeta a la autorización de los integrantes del cónclave, ésta se encuentra estipulada en el Canon 332 en su párrafo segundo donde menciona que la renuncia debe ser libre y manifestada formalmente, tal y como ya se realizó.
Patiño Leal reiteró que la renuncia no debe dar lugar a la generación de especulaciones, esto nada tiene que ver con los señalamientos en cuanto a las denuncias que se relacionan con los sacerdotes acusados de abuso sexual, el propio pontífice ha manifestado “cuando el peligro es grande no se puede escapar, por lo que no era el momento de dimitir, en momentos como estos es cuando hay que resistir y superar la situación difícil”.
En este contexto, resaltó que la decisión del Papa debe ser tomada como lo que es, como el derecho que se tiene para dimitir cuando ya no se tenga la fortaleza de seguir cumpliendo con las labores, restando únicamente agradecer a Dios lo que realizó el Papa, por su desempeño con una gran calidad humana y espiritual enorme.
Para Patiño Leal, el reto que enfrentará el próximo Papa, será aún mayor; la evangelización en todo el mundo es algo que no se puede detener, aunque la Iglesia siga creciendo con todo y sus dificultades; “es un gran reto poder ser líder espiritual de una iglesia católica que está en crecimiento y que también debe seguir evangelizando”.
En torno a las especulaciones que giran en torno a la presencia de un “Papa negro” Patiño Leal, aseguró que este tipo de situaciones deben quedarse lejos, la raza, la lengua y otras cuestiones de este tipo no deben generar temor entre la feligresía, los que ayudan al santo padre provienen de todos los contingentes.
Benedicto XVI, seguirá desempeñando su labor y servicio hasta el próximo 28 de febrero a las 20 horas, será hasta ese momento cuando se inicie la situación de sede vacante, reglamentada desde el punto de vista jurídico y canónico por los textos que se refieren a la sede vacante, en el Código de Derecho Canónico, así como en la Constitución Apostólica.
Yessica Martínez Argüelles
El Buen Tono
