- Alcaldesa sigue sin dar la cara
- Libramiento ferroviario soluciona el paso en más de 30 cruces de la ciudad
- Tras ordenar el INAH la suspensión de la obra por afectar monumentos artísticos, ninguna autoridad municipal ha dado la cara y todos quedaron mudos.
CÓRDOBA.- Detenida continúa la obra del paso a desnivel en el barrio de La Estación, a pesar de que la alcaldesa no ha salido a dar la cara para dar una explicación, ni el constructor, el cual tampoco presenta el proyecto de construcción.
Como todos sabemos, la construcción del libramiento ferroviario quedó abandonado cuando ya estaba sólo para tender la vía, pero como el ayuntamiento no aportó la parte que le correspondía Ferrosur retiró los durmientes que ya estaban a un lado de las vías.
Para Leticia López Landero le resultó más fácil pedir recursos para construir el paso a desnivel que aportar el dinero para la conclusión del libramiento ferroviario, ya que en esa obra federal no obtendría ningún beneficio personal, o sea, moche.
Afortunadamente el INBAL intervino y la obra se detuvo, porque no presentaron el proyecto para la construcción, carecen de permisos, pero sobre todo porque ponen en riesgo edificios considerados como patrimonio artístico de Córdoba.
Cabe recordar que Ubaldo García Armas, un juez corrupto, se atribuyó funciones que no le corresponden y autorizó que el proyecto reanudará, pero la ley se impuso, pues no es la alcaldesa ni un juez quienes tienen que autorizar esta obra, sino el INAH y el INBAL.
Desgraciadamente la alcaldesa no toma en cuenta que al seguir cruzando el tren por la ciudad expone a los habitantes, ya que el tren transporta material flamable y peligroso, así como a indocumentados que viajan en este transporte, quienes pueden ocasionar una desgracia, ya que al ir drogados no dimensionan que pueden ocasionar una tragedia por ir fumando junto a tanques de materiales explosivos.
Con la construcción del libramiento ferroviario se solucionan los embotellamientos en más de 30 cruceros en la ciudad, pero a Leticia López no le conviene porque tiene que regresar el recurso presupuestado y perdería el “moche” que ya habría recibido por adelantado.
