AGENCIA
CDMX.- El exprocurador Jesús Murillo Karam arribó esta mañana al Reclusorio Norte para comparecer ante un Juez de Control en el Centro de Justicia Federal para ser imputado por presuntos delitos cometidos en la investigación del caso Ayotzinapa.
Murillo Karam, fue detenido ayer por la Fiscalía General de la República (FGR) al exterior de su domicilio en La Lomas de Chapultepec, fue trasladado en un convoy de cinco camionetas pertenecientes a la dependencia y a la Secretaría de Marina (Semar).
En la audiencia de hoy sábado, el Juez de Control Marco Antonio Fuerte Tapia determinará si fue legal la detención que realizó la FGR, con base en una orden de aprehensión por presunta responsabilidades en los delitos de desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia.
El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) informó que se decretó un receso de una hora para imponerse las constancias.
Un grupo de cuatro abogados, entre ellos José Javier López García, abogado de Juan Collado, y Antonio López Ramírez, quien también defiende a Beyruti, forman parte del equipo de la defensa de Murillo Karam que llegó a la audiencia.
Santiago Aguirre Espinosa, director del Centro Prodh y representante de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, también acudió a la audiencia, al igual que una representante de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y cuatro fiscales del Caso Iguala que formularán la imputación contra Murillo Karam.
Ante la presión pública para que se aclarara un crimen que generó conmoción dentro y fuera de México, Murillo Karam fue quien calificó como “verdad histórica” su versión de los hechos: que los jóvenes fueron capturados por policías locales y entregados a criminales, y que éstos los mataron, los quemaron a todos en una gran hoguera en un basurero y arrojaron los restos a un río.
Sin embargo, un grupo de expertos internacionales y la actual Fiscalía General de la República echaron por tierra la versión del basurero, confirmaron que en el crimen participaron distintas autoridades, fuerzas de seguridad y militares, que hubo manipulación de pruebas y que se torturó a decenas de detenidos, lo que unido a otras irregularidades derivó en que muchos de los procesados quedaran en libertad.
En 2020, el actual Fiscal general, Alejandro Gertz Manero, acusó a Murillo Karam de “orquestar un engaño mediático masivo”. Dos años después fue detenido en su casa en la Ciudad de México y, según el comunicado oficial, sin que opusiera resistencia. Se convertía en el primer exprocurador general mexicano en ser capturado por la institución que él mismo dirigió.
¿Quién es Murillo Karam?
Murillo Karam es exlegislador y exgobernador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), tiene 74 años, y dirigió la entonces Procuraduría General de la República de 2012 a febrero de 2015, durante la primera mitad del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.
Dejó el cargo cinco meses después del crimen, tras haberse convertido en una de las personas más criticadas por los padres de los estudiantes, que desde hace años habían pedido su arresto.
En una ocasión dio por terminada una conferencia de prensa con el argumento de que ya se había cansado de dar explicaciones.
El PRI da a conocer su postura
El PRI indicó en su cuenta de Twitter que la detención de Murillo Karam “responde más a un tema político, que de justicia” y le ofreció todo el respaldo del partido.
Hasta ahora, el más alto funcionario acusado en el caso, también por torturas y desaparición forzada, era Tomás Zerón, el jefe de la investigación y subalterno de Murillo Karam. Zerón se encuentra oculto en Israel. México le ofreció un acuerdo para que colabore con la justicia, pero Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación, dijo que no aceptó.
Caso Internacional
La desaparición de los 43 estudiantes el 26 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero, trascendió a nivel nacional e internacional porque, pese a la violencia en la que ha estado sumido el país desde hace años, este caso resumía muchos de sus males: víctimas jóvenes, la acción del narcotráfico, la corrupción de las autoridades, la impunidad y el fenómeno de los desaparecidos.
Aunque se identificó a tres estudiantes con restos óseos calcinados recuperados en ambas administraciones, la versión del basurero quedó finalmente descartada. En su informe presentado el jueves, la Comisión corroboró que los 43 jóvenes no desaparecieron juntos, sino en varios grupos, y también denunció la manipulación de pruebas y la alteración de escenarios, así como torturas y obstrucción de la justicia.
En su último informe este año, el grupo de expertos internacionales indicó que la Marina también formó parte activa de la manipulación y ocultamiento de pruebas y presentó a la Fiscalía videos que lo confirmaban (en alguno de ellos aparecía Murillo Karam), así como grabaciones de interrogatorios que confirmaron que la tortura fue una práctica sistemática cuando él estuvo al mando de la Procuraduría.
Fue a finales del 2020, que el Gobierno anunció por primera vez que había órdenes de captura contra presuntos autores intelectuales o materiales de los hechos, y entre ellos se incluía a militares, un anuncio de especial simbolismo dado que el presidente Andrés Manuel López Obrador es uno de los más férreos defensores de las fuerzas armadas, a las que les ha asignado gran cantidad de tareas que solían ser realizadas por civiles.
Meses después se detenía a un primer miembro del Ejército, posteriormente, no se ha informado de nuevos arrestos de militares. El viernes, el comunicado de la Fiscalía decía que entre los buscados hay mandos y personal de los batallones que están situados en Iguala.
En el informe de la Comisión, Encinas subrayó la responsabilidad del Ejército “por acción, omisión o negligencia” por no haber actuado a pesar de que uno de los jóvenes desaparecidos era un soldado infiltrado y los militares tenían información de lo que ocurría en tiempo real.
Aunque el móvil del crimen sigue sin estar claro, el documento reactivó la hipótesis de que esté vinculado al tráfico de heroína en la zona.
A ocho años del crimen no hay indicios de que los estudiantes estén vivos y se desconoce dónde se encontrarían la mayor parte de sus restos.
Y esperamos que la Fiscalía tenga todo listo para procesarlo diligentemente, aunque se espera b) arresto domiciliario y 300 amparos antes de que le dicten formal prision, 99% de que así ocurra.
Ojalá no sea un distractor y luego solo lo lleven a tomar café, lo regresan a su casa y no pasó nada.
¿Y ahora qué dirá el grupo de periodistas que defendían la “verdad histórica”?
La captura de esta “lacra” está en veremos, ya que seguramente imputará que está enfermo, viejo, con dolencias, necesita ayuda para cambiarse el pañal y que no se acuerda de la “verdad histórica”.
¡No hay justicia para nadie en México! AMLO no puede con tanta corrupción, al menos que se vaya Gertz Manero, pues se ha demostrado que la FGR es incapaz de formar una carpeta de investogación decente y judicializarla en contra de Murillo Karam.