ZONGOLICA.- En los últimos años han surgido instituciones y organizaciones jurídicamente conformadas como asociaciones civiles con el objetivo de defender los Derechos colectivos de los indígenas, sin embargo, la realidad dista mucho de los deseos, así lo manifestó el artista plástico de la zona serrana y líder del Movimiento Indígena Liberal, Popular y Autónomo de Zongolica (Milpaz), Román Vásquez González.
La declaración emitida por el líder de Milpaz se origina luego de ver que a su obra titulada “Por la dignificación y autenticidad de la mujer indígena de la Sierra de Zongolica”, develada en agosto de 2013 en las instalaciones de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), en esta ciudad, después de cuatro años no se le ha dado mantenimiento alguno, por lo que consideróque se encuentra prácticamente en el abandono.Vásquez González dijo que en ese mural plasmó las actividades manuales de la mujer indígena de la Sierra de Zongolica, las cuales considera infinitas, ya que ve a estas féminas, como bordadoras de sueños y tejedoras de historias que día a día sufren discriminación que daña su integridad como seres humanos.
Es por ello que ese mural, ubicado en el patio del CDI, fue considerado por él y por las autoridades que en ese momento se reunieron para hacer fiesta de la develación de esta obra, como un homenaje a la dignificación y autenticidad de la mujer indígena, quien donde quiera que se encuentre desempeña sus actividades diarias, incluyendo las artísticas, culturales y hasta profesionales.
El líder de Milpaz consideró que quienes se dedican a la lucha diaria, así como las instituciones públicas que dicen estar a favor de los Derechos Indígenas, tienen la obligación y el compromiso de apoyar el acceso pleno al reconocimiento y respeto de su cultura, así como de ayudar a la reconstitución de sus pueblos, los cuales hoy en día están fragmentados.
Mencionó que la sociedad no debe ver a la mujer indígena ni a nadie que no haya nacido en la urbanidad de una ciudad como una pieza de museo, ya que esto la hace víctima de la discriminación racial, “aún cuando todos somos lo mismo”, refirió el artista plástico.
Para finalizar, Vásquez González comentó que es lamentable que habiendo hecho este homenaje a la mujer indígena, éste se encuentre en deterioro, indicando que su mural no ha sido atendido como debería, como tantas necesidades de la gente de la Sierra, a las cuales por un lado se les reconoce y por otro se les olvida, beneficiándose muchas veces los trabajadores de los lugares dedicados, supuestamente, a defender y promover el pleno ejercicio de los Derechos de esta gente para contribuir a la erradicación de todas las formas de violencia y discriminación contra ellos, siendo las mismas defensorías o la misma autoridad la que promueve este racismo.