CDMX.- El Congreso de la Ciudad de México reconoció ayer una iniciativa que prevé multas de entre mil 689 y 16 mil 898 pesos a quien arroje chicles en la vía pública, al considerarse un daño ambiental, a la imagen urbana y con altos costos para removerlos.
De acuerdo con lo expuesto por Teresa Ramos Arreola, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Órgano Legislativo, el dinero que se gasta en la remoción de gomas de mascar en los pisos de la Capital del País supera el presupuesto para mantener las máquinas dedicadas a esa limpieza.
En cerca del 20% de superficie del Centro de la Capital hay chicles adheridos al piso.
La diputada pevemista expuso que de acuerdo con estudios los chicles adheridos al suelo ponen en riesgo la vida de las aves, pues al tratar de ingerirlas -al confundirlas con pan o semillas- se pegan en las patas o en el pico, además de que su consumo puede causar la muerte para las más pequeñas.