De la Redacción
El Buen Tono
Ixhuatlán.- Las primeras luces del amanecer asoman por el horizonte y con ellas llega la jornada para las mujeres que se dedican al corte del café. Antes de que el Sol alcance su cima, ya se levantaron para preparar el desayuno que les dará fuerzas durante la larga jornada en las fincas.
Allí se encontrarán con otros trabajadores, que llegan a las fincas, conversan antes de comenzar la ardua tarea de desprender de las ramas el aromático que está en su punto óptimo de madurez para su posterior procesamiento.
A las 08:00 horas, ellas ya se encuentran en los terrenos, rodeadas por el olor de la tierra y el rocío de la mañana.
Aún acompañadas por sus hijos, ligeramente somnolientos, comienzan a tomar su desayuno antes de emprender la labor del corte en los terrenos.
En este trabajo no importa la edad ni el género, todos tienen sus canastos, cubetas o morrales atados a la cintura e inician con su tarea, que al final les deja las manos manchadas, negras, sucias y cansadas.
Luego de llenar el cesto, transfieren el contenido al costal, que les permitirá transportar el café recolectado, así siguen durante el día.
Algunas mujeres llevan más de dos décadas en el oficio y son capaces de recolectar 100 kilos de café durante su turno; mientras que otras, dependiendo de sus habilidades, alcanzan apenas 50 o 70.
Ingresos
Dicho trabajo les deja un promedio de 250 pesos diarios, una cantidad esencial para apoyar los gastos de sus hogares. Los bebés permanecen junto a sus madres, con un juguete en la mano.
Etapas
El corte es sólo la primera etapa de un proceso largo y minucioso. Luego de llenar los costales, comienza el traslado hacia los lugares de compra, los que cuentan con microempresas los llevan directamente a sus bodegas para hacer el pesaje y comenzar con el proceso de separación del producto que no sirve y el que es de calidad; y realizar el despulpado. Posteriormente, el café se coloca en largas galeras en el suelo o en tableros, para que se seque antes de ser tostado y pasado por los molinos.
Herencia
Desde temprana edad, los niños aprenden este oficio y siguen el ritmo de sus padres. Los maestros les dan permiso para ir al campo una o dos veces a la semana para apoyar en las labores cafetaleras.
El café de Ixhua-tlán y otros municipios de la región se distribuye en el estado, a otros lugares de la República Mexicana e incluso al extranjero, como Estados Unidos o Europa. Durante casi cuatro meses al año, los cortadores de café de toda la región arriban a las zonas ya conocidas para iniciar con este largo proceso, mientras que durante todo el año, los caficultores se dedican a cuidar las plantas y mejorar su calidad.