AGENCIA
Veracruz.- Lilia Perzaval Nápoles compartió una historia desgarradora sobre su sobrina de 22 años, quien se encuentra hospitalizada en el Hospital Regional de Tarimoya después de que los médicos detectaran que su bebé no tenía signos vitales, pero aún no se ha llevado a cabo la extracción del cuerpo.
En una entrevista con XEU, la tía de la joven embarazada explicó que su sobrina había acudido a consulta el sábado 9 de marzo, pero fue enviada de regreso porque “todavía no era el momento para dar a luz”. Le indicaron que regresara el lunes 11 de marzo, independientemente de si tenía dolor o no, para dar a luz a su bebé.
Sin embargo, al llegar el lunes a las 11:00 horas, la joven fue examinada y se le informó que “todavía no era hora del nacimiento” y que podrían pasar “de cuatro días a una semana” antes de que comenzara el parto. Durante el examen, los médicos notaron que el bebé no tenía frecuencia cardíaca ni líquido amniótico, confirmando que ya no tenía signos vitales.
Perzaval Nápoles expresó su preocupación por la salud de su sobrina, ya que el hospital les está negando una cesárea para extraer el cuerpo del bebé fallecido, alegando que es demasiado arriesgado. Además, señaló que los médicos no les han proporcionado información sobre la causa del fallecimiento del bebé.
La familia también se vio sorprendida cuando el personal del hospital les instó a que “buscaran una funeraria rápidamente” para el bebé una vez que el cuerpo fuera expulsado, lo que sugiere una falta de empatía y sensibilidad hacia su difícil situación.
Esta situación ha dejado a la familia en un estado de angustia y preocupación, sin respuestas claras sobre lo que sucedió y enfrentando obstáculos en su búsqueda de justicia y compasión en medio de esta tragedia.
