Lo que debía ser un gesto festivo se convirtió en una tragedia familiar en Imperatriz, Brasil, luego de que dos menores perdieran la vida y una mujer quedara en estado crítico tras recibir como regalo unos huevos de Pascua envenenados. Detrás del macabro acto se encuentra Jordélia Pereira Barbosa, una mujer de 35 años, presuntamente motivada por los celos hacia la nueva pareja de su ex.
La policía local informó que Jordélia viajó desde la ciudad de Santa Inês hasta Imperatriz, donde disfrazada con una peluca negra y gafas oscuras, adquirió los chocolates, les añadió veneno y contrató a un mensajero para hacer la entrega. El obsequio incluía una nota que decía: “Con amor, para Mirian Lira. ¡Feliz Pascua!”
El trágico suceso ocurrió la noche del 16 de abril. El primer afectado fue Luis Fernando, un niño de 7 años e hijo de Mirian Lira, quien consumió parte del chocolate y horas después comenzó a presentar síntomas graves de intoxicación. Fue trasladado de urgencia a un hospital, donde falleció en la madrugada del día siguiente.
Mirian, de 32 años, y su hija Evelyn Fernanda, de 13, también comieron del chocolate envenenado y fueron hospitalizadas en estado crítico. Ambas permanecen intubadas, luchando por su vida.
La policía continúa investigando el caso y ya ha identificado plenamente a Jordélia como la principal sospechosa de este crimen, que ha conmocionado a toda la comunidad local por su brutalidad y trasfondo de celos enfermizos.
Este caso ha reabierto el debate sobre los peligros de los crímenes pasionales y la necesidad de atender señales tempranas de violencia emocional en las relaciones personales.
