Ciudad Mendoza.- Alrededor de 150 integrantes de la agrupación Alianza Ciudadana expusieron a representantes del sector Salud, las fallas y deficiencias que a diario padecen en las clínicas rurales del IMSS, centros de salud y en el Hospital Regional de Río Blanco. Una vez más, pidieron un trato digno y humanitario de los médicos y enfermeras.
Reunidos con el jefe de la Jurisdicción Sanitaria Número 7, Ulises Núñez Hernández; la directora del Hospital de Tlaquilpa, Beatriz Juárez Martínez; y con los representantes del IMSS y del Hospital Regional de Río Blanco (HRRB), Tomás Núñez Guerrero y Karina Abed Espíndola, de viva voz los habitantes de Loma Grande, Tlaquilpa, El Xúchitl, Soledad Atzompa, Xoxocotla, Astacinga, Nogales, Tzoncolco, Palo Verde, Sierra de Agua, La Cuesta, Necoxtla y de otras localidades,expusieron sus inconformidades.
Al ser ciudadanos de escasos recursos que habitan en zonas de alta marginación, manifestaron que por sus condiciones siguen siendo víctimas de discriminación y de abusos por parte del personal que labora en las dependencias, además de que enfrentan las enfermedades con la escasez de medicamentos en las clínicas de sus localidades, siendo los más afectados los niños y senectos.
El señor Pedro de Tlaquilpa, se quejó que en las localidades de su municipio a los pacientes que acuden a solicitar atención médica urgente por algún dolor o complicación, los hacen esperar los doctores hasta por más de dos horas, lo que es injusto.
Por otra parte, José Antonio y otro habitante de Loma Grande, acusaron que en el HRRB los condicionan a pagar las consultas antes de recibir atención, además de que retienen a los pacientes o los finados, incluso si deben 50 pesos o faltan de presentar a los donadores de sangre que les piden.
También, Juan Cruz de Jesús habitante de Necoxtla, manifestó que los servicios de salud que reciben en su comunidad son limitados por la falta de médicos, enfermeras, fármacos y material de curación que requieren.
Pidieron que los pacientes con enfermedades crónicas como diabetes y cáncer sean canalizados de inmediato a hospitales de segundo y tercer nivel de Xalapa y Veracruz, así como que el Gobierno estatal aporte a los nosocomios públicos de la región, aparatos sofisticados para estudios de los pacientes.