Bombardeos mataron a por lo menos 16 civiles -entre ellos seis miembros de una misma familia- en una zona controlada por rebeldes en el noroeste de Siria, informaron el martes opositores.
Las bombas cayeron en tres aldeas en la provincia Idlib, el último reducto que le queda a los insurgentes en el país.
Los crecientes ataques en Idlib en semanas recientes parecen presagiar una ofensiva por tierra por parte de las fuerzas del Presidente Bashar Assad.