Orizaba.- Personal médico del Hospital Regional de Río Blanco presuntamente se negó a aceptar a una mujer que presentaba hematemesis (vómito con sangre), por lo que la paciente murió minutos más tarde al llegar a un sanatorio particular; este suceso movilizó a las autoridades del
Ministerio Público.
Finalmente al constatarse que el deceso de Elvira Rodríguez García, de 74 años, fue provocado por causas patológicas, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) decidió no iniciar investigación alguna.
Un verdadero “viacrucis” vivieron familiares de Elvira, los cuales lamentan que las autoridades médicas hayan negado la atención a una mujer que lo requería.
Según indicaron, ayer alrededor de las 12:25 horas la sobrina de Elvira, también de nombre Elvira de apellidos Sánchez Rodríguez, se percató que su tía vomitaba sangre.
La mujer de edad avanzada tenía complicaciones cardiacas y metabólicas derivadas de la diabetes, por lo que era necesario hospitalizarla cuanto antes, por lo que pidió la asistencia de una ambulancia de la Cruz Roja.
Los paramédicos llegaron a la casa marcada con el número 31 de la calle Norte 15 de la colonia Lourdes, para iniciar el traslado de ese domicilio al Hospital Regional de Río Blanco.
A las 13:0o horas arribó la unidad de la benemérita institución al área de urgencias, pero aparentemente el doctor Alberto Ortiz Cortés indicó que no recibiría a la paciente, pues “estaban llenos y no avisaron
con anticipación”.
De acuerdo a la versión de los agraviados, la trabajadora social de ese sanatorio pretendía sacar a los familiares, pero finalmente, después de 10 minutos de alegar, nuevamente el médico dijo que no la podrían atender porque tampoco
había camillas.
Después de discutir, al final Elvira fue trasladada al Hospital Covadonga, pero en el trayecto la mujer sufrió un paro cardiaco y pese a que los paramédicos aplicaron la reanimación cardiopulmonar, aunque nada se pudo hacer para salvarla.
Por este fallecimiento fue notificado el fiscal del Ministerio Público del sector Norte, quien llegó acompañado por la oficial secretaria y personal de Servicios Periciales, pero al constatar que la muerte era patológica no se inició indagatoria alguna.
GUILLERMO RAMOS T.
El Buen Tono