AGENCIA
Sudáfrica.- Graham “Dingo” Dinkelman, reconocido conservacionista y creador de contenido en Sudáfrica, falleció el pasado sábado a los 44 años tras sufrir un shock anafiláctico debido a una mordedura de serpiente venenosa. La noticia fue confirmada por su esposa, Kirsty, quien explicó que el conservacionista estuvo en coma inducido durante un mes antes de su deceso.
Dinkelman, ampliamente conocido como el “Steve Irwin sudafricano”, dedicó su vida a la protección de la fauna salvaje. Aunque tenía una notable cercanía con reptiles y serpientes venenosas, su esposa reveló que su pasión incluía a mamíferos africanos como elefantes, rinocerontes y leones. La familia incluso mantenía una jirafa, Elliot, en su hogar como símbolo de su compromiso con la vida silvestre.
Padre de tres hijos -Taylor (14), Maddy (12) y Rex (9)-, Dinkelman siempre integró a su familia en sus actividades de conservación, uniendo su vida personal y profesional con su amor por la naturaleza. Kirsty expresó en un comunicado que sus hijos eran la mayor alegría de su esposo y que nunca dudaba en mostrar su orgullo y cariño por ellos.
Con una audiencia de más de 111 mil suscriptores en YouTube y 650 mil seguidores en Instagram, Dinkelman inspiró a personas de todo el mundo con sus contenidos en redes sociales, donde compartía interacciones con serpientes, cocodrilos y otros animales exóticos. Su mensaje buscaba acercar a las personas a la naturaleza y fomentar la conservación de especies en peligro.
Dinkelman también lideró proyectos de conservación como la colocación de collares de monitoreo a elefantes, la reubicación de leones y el descorne de rinocerontes para evitar la caza furtiva. Su familia, que recientemente lanzó su propio canal de YouTube “Los Dinkelman”, continuará compartiendo su legado y promoviendo el respeto por la naturaleza.
Dinkelman fue comparado en numerosas ocasiones con el australiano Steve Irwin, el famoso “cazador de cocodrilos,” quien también perdió la vida a los 44 años en un trágico incidente relacionado con la fauna. Ambos conservacionistas compartían una vocación por inspirar a otros a conectarse con la vida silvestre y promover la conservación, dejando un legado profundo en la lucha por la protección del medio ambiente.