Orizaba.- Después de presuntamente sufrir un infarto mientras le daba mantenimiento a su casa, un hombre de 76 años murió ante la mirada de su esposa; estos hechos provocaron la movilización de las autoridades
ministeriales.
Pese a la presencia del personal de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) no se inició investigación alguna, pues los familiares cercanos del hombre entregaron documentos médicos que corroboraron que una muerte patológica.
No obstante, poco después del mediodía, paramédicos de la Cruz Roja recibieron el llamado de emergencia sobre una persona que habría caído del techo de su vivienda.
Pronto se movilizaron los socorristas a la vivienda ubicada en calle Norte 12, número 143, entre Orientes 3 y 5, en donde encontraron a Salvador Romero Valencia, de 76 años, quien se hallaba recostado, sin
responder.
Los paramédicos le aplicaron las técnicas de reanimación, sin embargo, el hombre no respondió a los estímulos y fue declarado muerto, por lo cual se solicitó la asistencia del personal ministerial.
El fiscal del Ministerio Público del sector Sur llegó acompañado por su oficial secretaria, así como personal de Servicios Periciales y elementos de la Policía Ministerial, que se entrevistaron con la esposa
de Salvador.
La señora Sofía Cano de Romero, explicó que su esposo colocaba solerilla en una de las habitaciones, sin embargo repentinamente dejó de escucharlo.
Al entrar al cuarto encontró inmóvil a su marido, por lo que pidió la asistencia de los paramédicos de la benemérita institución. Finalmente no hubo diligencias, ni mucho menos investigación alguna.
GUILLERMO RAMOS T.
EL BUEN TONO