AGENCIA
EEUU.- Un brote trágico de listeriosis ha afectado a al menos 11 personas en cuatro estados de Estados Unidos, resultando en la muerte de un bebé en California y la hospitalización de al menos nueve personas. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han emitido alertas de salud pública sobre productos cárnicos y avícolas listos para comer que podrían estar contaminados con listeria.
Yu Shang Food, Inc., con sede en Spartanburg, Carolina del Sur, ha retirado más de 72 mil libras de productos contaminados, incluidos patas de pollo, cuello de pato, pierna de res y corvejón de cerdo. La medida de retiro se implementó el 9 de noviembre después de que se detectaran rastros de listeria en pruebas de rutina. Sin embargo, las autoridades advierten que algunos de estos productos podrían seguir siendo consumidos por personas que los hayan almacenado en refrigeradores o congeladores.
Entre las víctimas, una mujer embarazada de gemelos en California perdió a ambos bebés debido a la infección, aunque solo uno de los fetos fue confirmado como víctima de listeria. Además, la listeriosis puede tener efectos devastadores para las mujeres embarazadas, aumentando el riesgo de abortos espontáneos y mortinatos.
Los síntomas de listeriosis incluyen fiebre, dolores musculares, confusión, rigidez en el cuello y convulsiones. Las personas más vulnerables incluyen a adultos mayores de 65 años, personas con sistemas inmunitarios comprometidos y mujeres embarazadas.
Las autoridades de salud instan a los consumidores a desechar cualquier producto de Yu Shang Food que tengan en sus hogares, limpiar y desinfectar las superficies que hayan estado en contacto con estos alimentos, y buscar atención médica si presentan síntomas compatibles con la enfermedad.
Este brote no es aislado. Los CDC también informaron sobre otro brote relacionado con los embutidos de la marca Boar’s Head, que terminó con 10 muertes y decenas de personas afectadas. La listeria es especialmente peligrosa porque puede desarrollarse en alimentos refrigerados y sus síntomas pueden tardar entre unas pocas horas y tres meses en aparecer después de la ingestión de productos contaminados.