CÓRDOBA.- Una ofensa para los cordobeses, consideran algunos arquitectos y constructores el puente del Caminatorio de la calle 1, el cual no tendrá ningún fin de movilidad ni de imagen urbana, ya que cambiaron el proyecto inicial.
A un mes de que llegaron las cuatro últimas trabes del puente, a la fecha se ve poco avance, aun cuando el encargado de despacho de Obras Públicas, Hugo Fernández Bernal, dijo que a finales de este mes se iba a concluir la segunda parte de esta obra, la cual tiene un costo de 6 millones de pesos y está siendo realizada por la empresa Grucotox.
Y es que dicha obra, para algunos arquitectos sólo resulta una “vil copia del puente de Orizaba”, pero contrario a la cuidad hermana, allá primero sanearon el río y remodelaron la imagen urbana y después hicieron el puente.
En una análisis superficial por la zona, este puente será ubicado en medio de un área de bares y cantinas, cuatro por lo menos inmediatas al espacio, además en la ladera del río San Antonio lo único que se puede observar son las casas disparejas y tuberías de drenaje de los hogares.
Hacia abajo, en el paseo del río San Antonio se aprecia la maleza, basura y estructuras metálicas abandonadas.
Hace un par de semanas, conocido empresario de la construcción, señaló que el puente de la calle 1 era una burla y grosería para los cordobeses, pues además de “costosa”, los ciudadanos que pasen por el lugar no tendrán nada bueno que ver, solamente un río contaminado y drenajes.
Y es que esta zona rompe con el paisaje que traen del Caminatorio, pues “parece que va uno entrando a las favelas de Brasil”, expresó un arquitecto. Agregó que aunque puede tener funcionalidad, no hay un impacto visual, pues no se hizo el rescate de la zona de las laderas, y es un puente que sólo muestra las dos caras de Córdoba.