Tokio.- Miranda Kerr posó frente al objetivo del fotógrafo Mario Testino para la portada de noviembre de Vogue Japón, en la que aparece vestida de geisha. En la portada, Kerr (Sydney, 1983) luce casi irreconocible con el pelo negro recogido en un voluminoso moño que emula al tocado tradicional de las geishas y viste un quimono con un luminoso abrigo de plumas en tonos lila.
Además en páginas interiores, la modelo aparece en otras dos fotografías, una en la que viste un traje de estilo samurái y otra en la que aparece caracterizada como un personaje de dibujos animados.
En esta última, Kerr viste un traje azul de pliegues que caen en forma de uve por el corpiño dejando entrever un atisbo de su escote, mientras la australiana abandona su melena al viento y luce una cola de caballo alta con las puntas teñidas de azul que combinan con la indumentaria y le aportan un toque de fantasía.
Bajo el lema “Geisha, samurái, manga”, tres de los aspectos clave de la cultura japonesa, el que fuera el fotógrafo predilecto de Diana de Gales y la familia real británica, ha inmortalizado a la ex modelo de Victoria’s Secret para la edición japonesa de Vogue, una de las revistas de moda más influyentes del mundo.
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