PASEO POR EL SENA
En el calendario católico este viernes 15 de agosto se celebra la asunción de la Virgen María, misma que al morir fue llevada al cielo en cuerpo y alma de acuerdo al dogma de fe. La madre terrenal de Jesús es una de las tres únicas personas que en la historia del cristianismo fueron ascendidas al paraíso de esta forma, la otra fue el propio Jesús, resucitado al tercer día de su muerte por crucifixión mientras que siglos atrás el profeta Elías que fue llevado en un carro de fuego según las citas bíblicas. Algunos especulan que hay un cuarto ascendido, Lázaro de Betanía, el amigo de Jesús.
Lázaro fue resucitado por el profeta pero se desconoce su destino final. Algunos dicen que su segunda tumba –la primera fue en Betania de donde lo sacó Jesús- estaba en la isla de Chipre pero en realidad y otros que ascendió al cielo con María y Jesús pero todo se perdió en la neblina del tiempo. Pues bien, la fiesta de la ascensión se celebra en todo el mundo. En el puerto de Veracruz la catedral está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. En París, Francia el 15 de agosto es fiesta nacional y por lo tanto día feriado. No hay actividades públicas pues es la celebración de Notredame de París (Nuestra Señora de París).
Desde 1638, hace 376 años, París fue consagrado a la Virgen María y la catedral de Notredame, la más bella y visitada del mundo, conserva la imagen en oro de la patrona de los parisinos. La víspera, el 14 de agosto, es el único día del año que la imagen sale de la mítica catedral para recorrer el centro de la Ciudad Luz. Ayer sobre un pedestal adornado con orquídeas y rosas blancas y en medio de canticos, la imagen fue llevada en procesión hacía un barco y navegó sobre el río Sena bordeando las islas de San Luis y de la Ciudad –el Sena se divide en varios brazos que envuelven algunas cuadras del zócalo parisino y por eso les llaman “islas”: Île de Saint Louis e Île de la Cité – seguida por catorce barcos más con unos 5 mil fieles.
París es una ciudad fluvial, el Sena es parte de su entorno y la procesión de la estatua mariana para bendecir a sus fieles desde las aguas recuerda mucho a los rituales en los pueblos asentados a orillas de mares o de ríos. La navegación de Notredame de Paris sobre el río Sena hace recordar especialmente el tradicional paseo de la Virgen de la Candelaria en aguas del mítico río Papaloapan, el de las mariposas, que se realiza cada 2 de febrero en Tlacotalpan. Claro, acá sin la barbarie de los toros que son torturados por la turba de borrachos y drogadictos que se concentran en Tlacotalpan para degenerar el festejo mariano.
En el puerto de Veracruz el festejo a la Virgen de la Asunción es minúsculo, la procesión apenas si es alrededor de la cuadra donde se ubica la catedral en vez de subirla a un barco para que recorra la bahía. Vaya, los jarochos irredentos prefieren pasear por el mar a la reina del Carnaval que a la Virgen María En fin, el mensaje para los creyentes es el mismo en Tlacotalpan que en París: María paseando sobre el río, bendiciendo a su pueblo, augurando buena pesca y buenas cosechas. Que el marinero llegue a buen puerto y que se alejen de la ciudad los peligros naturales o aquellos provocados por la maldad humana.
De colofón, un dato interesante, los bomberos son los encargados de subir la imagen al barco y custodiarla en todo su paseo sobre el río Sena. Los bomberos parisinos son militares o sea, la armada nacional también le rinde culto a Nuestra Señora de Paris.
EL NÚMERO ONCE
En otro tema, se informó que la PGR investigará el asesinato del compañero periodista Octavio Rojas Hernández, perpetrado el pasado lunes por un sicario. Una cosa es clara, aunque al colega lo asesinaron en territorio oaxaqueño su actividad reporteril estaba en Veracruz. Octavio era funcionario del ayuntamiento de Cosolapa pero ese no fue el motivo de su muerte sino su actividad periodística, en parte como corresponsal del diario El Buen Tono, donde daba cuenta de lo que sucedía en la región de Tezonapa y sus límites con Oaxaca. Ahí está el hilo conductor de su sacrificio.
A Tezonapa, la separa una calle de Cosolapa, Oaxaca, lo que sucede en un sitio es lo mismo que lo que acontece en el otro. Y Tezonapa y su región, que incluye municipios de Omealca, Cuichapa, Naranjal, Paso del Macho y Atoyac, es literalmente una tierra alejada de Dios, sin ley y donde la autoridad no existe, esta de adorno o es cómplice de los maleantes. Desde hace décadas la región serrana de Tezonapa es dominio de criminales, allí escribieron historias de terror sicarios como Tomás Sánchez Ramos conocido con el apodo de “Tomasín” y Toribio Gargallo Peralta, llamado “El Toro”. Ambos alcanzaron su esplendor en el sexenio de Agustín Acosta Lagunes durante el cual fueron tolerados y hasta protegidos.
La otra época de atrocidades inimaginables en esa zona se dio durante el sexenio de la fidelidad, cuando también los maleantes actuaban a sus anchas, y lo malo es que la racha de violencia continúa en este sexenio. Basta un breve recuento de los hechos más sonados para confirmar que es tierra sin ley. Apenas el fin de semana pasado fue ejecutado en Omealca el capo de una célula criminal de nombre Guillermo Aparicio. Ya en abril del 2013 se había suscitado una balacera en la misma zona pues un comando armado intentó asesinar a otro jefe de la mafia de Omealca, al que interceptaron sobre la carretera a Cuichapa.
En ese ataque los sicarios no lograron su cometido. Los dos casos se dieron a plena luz del día y sin que las corporaciones policiacas hicieran presencia sino hasta horas después. Más antes, en septiembre del 2009, en el esplendor de la fidelidad, fue asesinado por un grupo armado, el exalcalde de Tezonapa y fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Gafet Romero Mendoza cuando viajaba sobre la carretera Omealca-Tezonapa. El homicidio conmocionó al mundo de la política estatal por la trayectoria de la víctima.
En julio del 2012, ya en la presente administración estatal, se dio un suceso que dibujó lo grotesco de la escalada delictiva: el líder de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar de la CNC en el ingenio Constancia, ubicado en mismo Tezonapa, Merced Ruiz Malpica fue secuestrado y torturado por un grupo armado. Sus captores lo dejaron abandonado en el basurero municipal donde fue “rescatado” por policías municipales que a bordo de una patrulla lo conducían a un hospital pero a los pocos minutos fueron interceptados por otro comando criminal que asesinó a balazos al dirigente cañero.
Es decir, las organizaciones criminales se turnan para hacer de las suyas y hasta comparten víctimas. La sospecha, por supuesto, recayó en los policías que lo encontraron y que habrían informado a los otros grupos criminales sobre su hallazgo. Ese caso también confirmó lo que todos sabían, las ganancias más importantes de la actividad delictiva se concentra en la extorsión –”cobro de piso”- a los productores cañeros de la región donde operan cuatro ingenios: La Providencia, Constancia, Motzorongo y San Nicolás.
Al parecer el dirigente Ruiz Malpica no había cumplido con el pago exigido por los grupos criminales y se habían quejado con autoridades estatales de las extorsiones. Craso error. En agosto de ese 2012, otro comando secuestró durante varios días al dirigente de los cañeros de la CNPR en el ingenio La Providencia, Jesús Rodríguez Martínez. Los motivos de su plagio fueron similares: su yerro fue denunciar ante funcionarios del gobierno estatal las extorsiones a las que estaban sometidos los agricultores. Ambos sucesos hacen resaltar una posible complicidad entre las autoridades y la actividad criminal en la zona.
Para nadie es un secreto que los productores cañeros viven en la zozobra por el acoso de los delincuentes y no solo ellos pues también los gerentes y personal administrativo de los cuatro ingenios azucareros han sido víctimas de plagios y están bajo extorsión constante, aunque inteligentemente –valga la expresión- no han levantado denuncias ni han acudido a funcionarios estatales por temor a correr la misma suerte.
En el mes de enero de 2012, otro grupo de pistoleros interceptó una patrulla de la policía municipal en Tezonapa, golpearon salvajemente a los agentes y quemaron el vehículo frente al pueblo. Nunca llegó la policía estatal para auxiliarlos. Los lugareños auxiliaron a los agentes locales cuando los sicarios se fueron y los llevaron a un hospital para que fueran atendidos de sus heridas. Todo lo anterior sin contar con la actividad de los llamados “chupaductos”, es decir, los que hacen perforaciones clandestinas a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para vender el combustible robado así como el tráfico, extorsión y secuestro de migrantes indocumentados, y por supuesto, la trata de mujeres, principalmente jovencitas.
Eso es parte de lo que documentaba Octavio Rojas Hernández. Su homicidio no está desligado ni de la actividad periodista ni de la entidad veracruzana y es de la misma magnitud que los otros diez que han sucedido a lo largo del sexenio estatal. Octavio se suma a la lista del horror al lado de Regina Martínez, Yolanda Ordaz, Miguel Angel López Velasco “Milo Vela y su hijo Misael López Solana, Gabriel Fonseca, Gabriel Huge, Guillermo de Luna, Esteban Rodríguez, Víctor Báez y Gregorio Jiménez de la Cruz.
¿Habrá justicia para Octavio?. No se sabe pero dada la experiencia de los casos de otros compañeros, es poco probable. Sin embargo, la exigencia para que se investigue el crimen y se castigue a los criminales, materiales e intelectuales, debe hacerse para no ceder a la desesperanza ni al silencio-. No hablar por Octavio es dar la espalda al gremio y permitir que se salgan con la suya.