Washington.- El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, pidió a Estados Unidos que busque un mejor acuerdo para limitar el programa nuclear de Irán y dijo que presionará a los legisladores en Washington para que no abran “una vía libre a la bomba” para Teherán.
Netanyahu dijo que habló con legisladores demócratas y republicanos, con casi dos tercios de los integrantes en la Cámara de Representantes y una proporción similar de senadores, sobre el asunto nuclear de Irán.
El primer ministro israelí ha sido un duro crítico del marco de acuerdo que potencias mundiales e Irán alcanzaron el jueves, argumentando que amenaza la supervivencia de Israel.
En apariciones en la televisión de Estados Unidos, Netanyahu no repitió sus comentarios de que cualquier acuerdo final debe reconocer el derecho de Israel a existir.
Israel, que se cree es el único Estado con armas nucleares en Oriente Medio, dice que Irán quiere su
destrucción.
El acuerdo marco fue firmado el 2 de abril en Lausana con vistas a lograr un acuerdo definitivo antes de la fecha límite del 30 de junio del 2015.
Un día después de la firma de este compromiso, que esboza las grandes líneas del histórico acuerdo destinado a impedir a Teherán dotarse de la bomba atómica, el gobierno israelí reclamó a Teherán que reconozca “sin ambigüedades” en cualquier pacto nuclear el derecho de Israel a Netanyahu molestó a la Casa Blanca y a algunos demócratas cuando aceptó una invitación de los republicanos para hablar ante el Congreso el 3 de marzo, dos semanas antes de las elecciones en Israel en las que se presentó como candidato.
Netanyahu negó que se esté coordinando con el jefe de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, quien visitó Israel la semana pasada, para tratar de bloquear el acuerdo.
Enlista los riesgos
El Gobierno israelí elaboró un análisis oficial del acuerdo nuclear marco entre Irán y las potencias mundiales, que incluye una lista de presuntas deficiencias que servirán de base para lo que se prevé serán gestiones frenéticas del primer ministro para modificarlo o anularlo.
Según un documento estadunidense, Teherán está dispuesto a reducir el número de centrífugas, las máquinas utilizadas para enriquecer uranio a grados utilizados para la fabricación de ojivas nucleares y a permitir controles e inspecciones estrictas de sus instalaciones nucleares.
Sin embargo, el análisis israelí, elaborado por colaboradores de Netanyahu durante el fin de semana, dice que el sistema de inspecciones no es tan exhaustivo como dicen los negociadores porque no obliga explícitamente a los iraníes a abrir sus instalaciones “en cualquier momento y lugar”.
Sostiene que el acuerdo es vago en cuanto al destino del uranio enriquecido, un ingrediente crucial para la fabricación de armas nucleares, así como la manera de volver a imponer las sanciones si Teherán viola los acuerdos.
Si bien Irán no debe enriquecer uranio con sus centrífugas durante los próximos 10 años, el acuerdo permite “investigación y desarrollo” en una medida limitada, según el documento de Washington.
Los israelíes dicen que de esta manera Irán podría reactivar esas centrifugas apenas concluya o fracase el acuerdo.
AGENCIAS