Atoyac.- Las autoridades estatales y federales minimizan el problema geológico del socavón del río Atoyac, el que sólo se llena y en el que se consume el agua. El que puede sellarse sí las dependencias que permitieron su trasvase exigen se devuelva el agua a este afluente. Porque está en riesgo el agua del afluente.
Así lo expresó Fernando Miranda Flores, investigador del INAH, quién indicó que para evitar más fallas en el cauce del río, “no se juegue más con algo delicado y realizar estudios específicos en la zona, así detectar inventarios del agua y cavernas, para ver cómo fluye y rescatar el Atoyac”, dijo.
Más aún porque las autoridades como Conagua, Profepa, Semarnat u otras no han hecho nada para atender el afluente que lleva 16 días seco en el lugar donde se registró la grieta, a la altura de Paso Ancho, mismo que permite la humedad en la rivera en su trayecto desde su nacimiento en Amatlán de los Reyes, al pasar por Atoyac, Cuitláhuac, Cotaxtla, Medellín, Carrillo Puerto, Jamapa, Medellín hasta desembocar al puerto de Veracruz.
Se consume el vital líquido
En una visita al lugar donde se registra el socavón del río Atoyac, se pudo observar que éste cuando fluye un poco de agua se llena en una hora y media; sin embargo, no se desborda para permitir que el río continúe en su cauce adelante del socavón.
Por el contrario, el agua que se acumula en el socavón se consume, ésta no fluye y se va al subterráneo, pudiendo salir metros más adelante o incluso almacenarse en otro lugar, debido a que esta zona es de cavernas desde Amatlán de los Reyes hasta Cuitláhuac.
“Hay mucha infiltración subterránea, es el tema menos estudiado, algunos clubs de exploradores han recorrido y conocen las cavernas de la zona, pero falta un inventario, hay que darle mucha importancia, porque está en riesgo el agua”, afirmó.
Zona cavernosa
El investigador, reconoce y coincide con los geólogos de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), que la zona donde se registró el socavón es una caverna subterránea, una cuestión natural, pero “su apertura pudo ser acelerada por la acción humana”.
Por ello, la importancia de analizar cómo fueron las precipitaciones previo al registro de la grieta y ver qué aceleró el colapso, cuando estos elementos se presentan van a seguir presentando, afirmó en entrevista.
Incluso recordó Miranda Flores que cuando se rehabilitó la carretera Atoyac-Paso del Macho, detectaron material del volcán, el que incluso hace miles de años cambio el curso de este río, y que pudieron observar y constatar cuando registraron una falla que permitió encontrar los restos de un mamut hace más de 10 años.
Por ello, es urgente que las autoridades busquen “estrategias de conservación de la cuenca desde arriba, en el Pico de Orizaba, porque mientras se siga acelerando la erosión, estos fenómenos se van a seguir presentando”, dijo.
Este río del que se desvía agua para un canal del Sistema de riego Alfredo V. Bonfil, debe ser analizado porque “si la desviación incide hay pérdida de vegetación y humedad en el suelo. Porque si hay humedad en el suelo, es menos lo que se infiltra, porque si no se generan estos hechos violentos”, señaló.
Faltan estudios
Es necesario que las autoridades para evitar se vuelva subterráneo el Atoyac o se pierda, se lleven a cabo estudios hidrológicos para ver cómo se acelera esta subcuenta. Porque “con rellenar o un trasvase no es suficiente, se han hecho estudios de geología por el petróleo y se debieran analizar para ver la situación de esta zona aunado a estudios precisos del afluente”, señaló.
Reconoció que los geólogos, hicieron la medición de la grieta pero “falta exploración subterránea, las cavernas están conectadas hasta Cuitláhuac”.
Hace falta seguimiento, no basta con remediar o cerrar el expediente, es un tema que amerita investigación porque el tema es el agua. Pero hasta el momento las autoridades consideran que es un impacto mínimo porque el agua sigue fluyendo pero hay zonas de difícil acceso de esta.
Por ello, los ambientalistas Pueblos Unidos Pro-derechos Constitucionales, Comité por un Veracruz Limpio, Atoyac Extremo, así como Justicia y conciencia ciudadana de Medellín y Boca del Río, llaman a emprender medidas para remediar el daño antes de que se seque, contener la deforestación, buscar usos que ayuden a la conservación del Atoyac, porque si se sigue extrayendo se acelera el problema y se generarán más socavones que afectarán el abasto del líquido a manantiales que se alimentan de éste, además del uso y consumo humano e industrial.
La naturaleza se restaura sola
“Sería conveniente que fluya el agua por el río, porque así los sedimentos finos ayudarán a sellar esta falla, porque no bastará una obra si el río no lleva agua”, puntualizaron el investigador y ambientalistas.
Reiteran hace falta el estudio hidrológico y geológico de la cuenca. Esta falla “no coincide el punto con una falla geológica, pero si es una falla de la geología local. El problema lo quieren minimizar, no debemos caer en la posición que los ríos desaparecen y no pasa nada, si ya ocurrió una vez se va a volver a presentar”.
Hay que tomar medidas desde el Pico de Orizaba, más aun cuando desapareció la mitad de la nieve en los primeros días de calor. Mucha agua se mueve de manera acelerada por el subsuelo, generado por la contaminación y denotaciones (explosivos) y se juega con algo delicado.
