
Estados Unidos y Rusia están a punto de firmar un acuerdo clave que definiría el acceso de Washington a los valiosos minerales de Ucrania, un país que alberga importantes yacimientos de tierras raras y otros minerales cruciales. Así lo reportó la cadena británica BBC este martes 25 de febrero.
Este posible acuerdo se enmarca en un contexto de alta tensión global, donde el presidente estadounidense, Donald Trump, ha intensificado la presión para un rápido desenlace del conflicto entre Rusia y Ucrania. De acuerdo con Reuters, el mandatario ha propuesto que Ucrania suministre tierras raras y otros minerales estratégicos a cambio de apoyo financiero para su esfuerzo bélico.
¿Qué son las tierras raras y por qué son tan codiciadas?
Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos fundamentales para la fabricación de dispositivos tecnológicos como celulares, computadoras, equipos médicos, vehículos eléctricos y turbinas eólicas. Entre estos elementos se encuentran el neodimio, el disprosio y el terbio, esenciales para la producción de imanes de alto rendimiento usados en motores eléctricos y sistemas de energía renovable.
A pesar de su nombre, las tierras raras no son escasas en la naturaleza, pero su extracción y procesamiento resultan complejos y costosos, pues suelen encontrarse combinadas con elementos radiactivos como torio y uranio.
El tesoro mineral de Ucrania
Ucrania posee vastas reservas de minerales estratégicos. Según el Centro Regional de Información de las Naciones Unidas (UNRIC), el país cuenta con yacimientos que representan el 5% de las reservas mundiales de tierras raras. Entre los minerales clave en su territorio figuran:
- Litio
- Cobalto
- Escandio
- Grafito
- Tantalio
- Niobio
Svetlana Grinchuk, viceministra de Protección Ambiental y Recursos Naturales de Ucrania, afirmó en 2022 que el país es un “verdadero tesoro de litio”. Este mineral es crucial para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos y el almacenamiento de energía en sistemas renovables. Sin embargo, algunos de los principales yacimientos de litio, como Shevchenkivske (Donetsk) y Kruta Balka (Zaporiyia), se encuentran en regiones afectadas por el conflicto armado.
El interés estratégico de Donald Trump
El creciente interés de Estados Unidos en las tierras raras ucranianas no es casualidad. Actualmente, China domina alrededor del 60% de la producción global de tierras raras y controla hasta el 90% de su procesamiento. Esto representa un riesgo económico y de seguridad nacional para Washington, según el politólogo experto en geopolítica Jacob Kullik.
“El objetivo de Trump es reducir la dependencia de China en estos materiales críticos y evitar que Pekín se apodere de los recursos minerales de Ucrania”, explicó Kullik. Además, considera que este posible acuerdo forma parte de una estrategia para que Ucrania financie parte del apoyo militar que recibe de Estados Unidos.
De la mina al mercado: el costoso proceso de conversión
Las tierras raras deben pasar por un complejo proceso de extracción y refinamiento antes de convertirse en imanes utilizados en vehículos eléctricos y turbinas eólicas. Según Reuters, el proceso incluye:
- Minería: Se extrae el mineral y se tritura en una planta cercana.
- Radiactividad: Se eliminan elementos radiactivos como torio y uranio mediante ácido.
- Separación: Se usan solventes y productos químicos para obtener tierras raras puras.
- Aleaciones: Los óxidos de tierras raras se transforman en metales y se combinan con hierro y boro para formar imanes resistentes.
- Fabricación de imanes: Los lingotes de aleación se pulverizan y se someten a sinterización para obtener los imanes finales.
Impacto geopolítico y futuro incierto
La firma de este acuerdo entre Estados Unidos y Rusia podría redefinir la dinámica del conflicto en Ucrania y alterar el equilibrio en la industria global de tierras raras. Sin embargo, la viabilidad de la extracción en un territorio en guerra, sumada a los retos ambientales y económicos, podría dificultar la materialización de esta estrategia.
En medio de esta disputa geopolítica, Ucrania se encuentra en el centro de una batalla no solo por su soberanía, sino también por sus codiciados recursos minerales, los cuales podrían definir el rumbo de la economía y la seguridad energética global en las próximas décadas.
