Por José Luis Ortega Vidal / columnista
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Luego de la masacre del Viernes Santo en Minatitlán –con el saldo de 14 personas muertas, entre ellas un bebé que apenas rebasó el año de edad- han quedado evidenciadas dos condiciones aplicadas por los poderes federal y estatal en este municipio.
A una semana de los hechos suscitados el 19 de abril en la colonia obrera –dentro de un salón de fiesta conocido como “El Potro”- el presidente Andrés Manuel López Obrador determinó “estrenar” en Minatitlán la Guardia Nacional.
Se tenía prevista la entrada en operación de la GN en otra Entidad, pero el escándalo internacional de la tragedia minatitleca –y su consabida responsabilidad política en todos los niveles- cambió el escenario.
De hecho, la Guardia Nacional no está consolidada a la fecha ni en su metodología operativa ni en el número de elementos que la conformarán.
Un recorrido por Minatitlán, empero, permite notar la tranquilidad relativa de la cabecera municipal con la presencia de marinos, soldados, policías federales, estatales y unos cuantos municipales.
Por lo menos durante el mes de mayo la violencia al más alto nivel disminuyó en la ciudad, narran dos funcionarios municipales desde el anonimato.
¿La tranquilidad será permanente?
No se sabe.
¿Cuánto tiempo permanecerá la GN en suelo minatitleco?
También se ignora.
Mayo, por cierto, fue un mes aciago en el Centro montañoso de Veracruz.
Prácticamente día con día ocurrieron asesinatos dolosos en Fortín de las Flores, Coatepec, Xalapa, Córdoba y municipios aledaños.
Los detalles del horror están en la nota roja.
El 20 de mayo, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez encabezó en Tezonapa, municipio cercano a la frontera serrana con Oaxaca, la Mesa Regional de Coordinación para la Construcción de la Paz.
Ahí, anunció que el municipio de Tezonapa aportará recursos para conformar un grupo coordinado de seguridad y cumplir con el compromiso de garantizar el bienestar y la tranquilidad de los habitantes en la zona.
El 21 de mayo, en Tlaltetela, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez anunció el próximo arribo de la Guardia Nacional a Coatepec, con miras a disminuir los índices de la violencia en las zonas montañosas, hasta Córdoba.
El 17 de mayo habían sido asesinados cinco hombres en Tuzamapan.
El 28 de mayo la mesa de seguridad se realizó en Fortín de las Flores, cuyos habitantes –cuestionados por el reportero- reiteraron dos comentarios:
Nunca se había vivido un grado de violencia semejante al actual,
la época en que el pistolero Toribio Gargallo convirtió a Fortín en su guarida (décadas los 70s y 80’s) para matar a docenas –se habla de cientos- de personas en la región fue menos grave.
¿Por qué la disminución en Minatitlán y el incremento en el Centro montañoso?
¿Por un efecto cucaracha al interior de la entidad veracruzana?
La respuesta la obtendremos con números, datos duros de ambas regiones una vez que la Guardia Nacional haga presencia desde Coatepec hasta la amplia zona que abarca Huatusco, Cuitláhuac, Córdoba, Fortín, Orizaba y municipios aledaños… La otra posible respuesta está en los datos que recoge la prensa y evitan las autoridades: podrían haber existido cifras violentas semejantes a las actuales, pero la matanza de Minatitlán las opacó…
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Hay un tema que preocupa, llama la atención, es de suma importancia para la futura convivencia social veracruzana y la fortaleza de sus instituciones.
Los tres detenidos como presuntos co-responsables de la matanza de Minatitlán; a saber: Jesús “N” (a) “El lagarto” -autor intelectual- su hermano Ernesto “N” (a) “El Mingo” y Adrián “N” (a) “El pelón” -coautores materiales- no han sido involucrados oficialmente por la Fiscalía General de Veracruz en torno a la matanza del Viernes Santo.
El trío está en manos de autoridades federales acusado por delitos federales y si éstos no son graves podrían salir en libertad en cuestión de meses.
Jorge Winckler puede argumentar la ausencia de elementos para vincular a estos personajes a la matanza de Minatitlán…
Podrá decir que la Secretaría de Seguridad Pública no le dio prueba alguna, e incluso que tal situación violaría los derechos de los presuntos asesinos de un bebé y trece adultos… Lo cierto es que el Fiscal General mantiene una guerra política con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, y esta pugna entre representantes de instituciones al más alto nivel pone en riesgo la justicia alrededor del más cruel multihomicidio en la historia de Minatitlán y el sur de Veracruz.
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A “El Lagarto” se le ubicó como jefe de plaza del Cartel Jalisco Nueva Generación en Minatitlán.
¿Ha sido detenido su superior, el jefe de plaza de Veracruz del CJNG?
No, que se sepa.
Donald Trump, en una maniobra electorera, incrementará aranceles a exportaciones mexicanas hacia EU a partir del próximo lunes 10 de junio.
Una de sus demandas es la disminución en tráfico de drogas.
La lógica indica que ese mercado luce intacto en todo el territorio mexicano.
Más aún: frenarlo es tarea imposible.
Alrededor del 10 % de la población norteamericana consume drogas de todo tipo.
Trump lo sabe. Tiene claro que frenar el tráfico implica disminuir el consumo.
Pero eso le importa un comino: él va por su reelección y México envuelto en su caos político es presa fácil.