Córdoba.- Samuel Aguirre Ochoa y su esposa Minerva Salcedo Baca se han convertido en millonarios, aprovechándose de su organización Antorcha Campesina.
Reclutan gente para invadir terrenos que no son propicios para habitar, presionan a las autoridades para que les proporcionen servicios públicos, pero en el trance piden cuotas semanales a la gente, mismas que administra Minerva Salcedo.
Además, esta voraz organización permite que la gente venda cosas robadas en los mercados sobre ruedas que administran, y cuyas cuotas también son cobradas por estos pseudolíderes, haciéndose cada vez más millonarios a costa de la necesidad de “paracaidistas”.