Nueva York.- La nueva reina de la controversia, la cantante y ex estrella infantil Miley Cyrus, se convirtió ayer en noticia por no provocar ningún escándalo al desfilar para su amigo el diseñador Jeremy Scott en la Semana de la Moda de Nueva York.
Inspirada por los juguetes infantiles, esta colección llamada Dirty Hippie, llena de colorido y motivos candy, tuvo como colofón la aparición de la cantante de Wreking Ball en la pasarela, quien se limitó a llevar la ropa diseñada por Scott, ya de por sí excéntrica, y nada más.
“Hacer el último saludo es mucho mejor con una amiga. Gracias Miley Cyrus por ser una verdadera amiga”, escribió en su Twitter Scott tras el desfile, quien había alimentado junto a la cantante la expectativa de algo muy rompedor que finalmente no fue para tanto.