AGENCIA
Un equipo internacional de científicos, liderado por Meagan Dewar de la Federation University Australia, sospecha que un brote de gripe aviar ha causado la muerte de miles de pingüinos adelia en la Antártida, marcando un evento sin precedentes en la región. Durante su expedición en la isla antártica Heroína, en el Mar de Weddell, los investigadores encontraron 532 cadáveres de estos pingüinos, y estiman que la cifra real de muertes abarca miles, afectando tanto a adultos como a polluelos.
La presencia del virus HPAIV H5, conocido por su impacto devastador en aves y mamíferos a nivel global, se ha confirmado en otras partes, pero los análisis en Heroína han dado negativo, dejando abierta la causa de esta mortalidad masiva.
Esta preocupante situación, que se registró después de observaciones similares en aves skúas, conlleva investigaciones para determinar la fuente del virus, su posible llegada desde Sudamérica o las islas sub-antárticas, y su impacto en el ecosistema antártico.
Los científicos advierten que la crisis climática podría intensificar la amenaza, facilitando el movimiento de patógenos hacia la región y aumentando la vulnerabilidad de las especies a enfermedades.
La confirmación de la gripe aviar en la Antártida, reportada inicialmente en 2014, subraya la urgencia de entender y mitigar los riesgos de esta y otras enfermedades emergentes en un entorno ya afectado por cambios ambientales globales.