Madrid.- Miles de españoles acudieron este lunes al Congreso de los Diputados para rendir homenaje, expresar su gratitud y dar el último adiós al primer presidente de Gobierno de la democracia, Adolfo Suárez, quien falleció el domingo a los 81 años.
En una cola de unos dos kilómetros, los ciudadanos aguardaban pacientemente y en un ambiente solemne su turno para entrar en el Congreso, donde se instaló hoy la capilla ardiente, ante la que pasaron el rey Juan Carlos y la reina Sofía, así como numerosos políticos que acompañaron a Suárez en los primeros años de la transición democrática y autoridades de todo el país.
“Una gran pena”. Con esta frase resumió el rey su pesar y el sentir general que se respiraba en el Congreso, en cuyo Salón de Pasos Perdidos, una de sus estancias más emblemáticas, permanecerá 24 la capilla ardiente, hasta que este martes el féretro se trasladó a Ávila (centro), para un funeral que se prevé que será también multitudinario.
Los Príncipes de Asturias acudieron al Congreso de los Diputados después que los reyes para rendir homenaje y expresar sus condolencias a la familia de Suárez.
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