En diversas ciudades de Argentina, decenas de miles de personas salieron a las calles para manifestarse en contra del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) anunciado por el presidente Javier Milei. Las protestas, que se concentraron en lugares como Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Tierra del Fuego, expresaron su rechazo a más de 300 modificaciones normativas que desregularán la economía del país. Milei respondió acusando a los manifestantes de sufrir del “síndrome de Estocolmo”, argumentando que están enamorados del modelo que, según él, los empobrece.
Por segundo día consecutivo, miles de personas se congregaron frente al Congreso en Buenos Aires y en otras ciudades para expresar su descontento por medidas que incluyen la privatización de empresas públicas, la eliminación de derechos laborales adquiridos y cambios en el código civil y comercial. Las manifestaciones, que surgieron de manera espontánea y sin una convocatoria oficial, fueron recibidas con represión policial en ciudades como Córdoba, donde se utilizaron escudos y gas lacrimógeno.
El presidente Milei defendió su decreto en una entrevista, sugiriendo que las medidas beneficiarán a la población al reducir la inflación y estimular la economía. Afirmó que está trabajando para eliminar 380 mil regulaciones y que el ajuste recae en un 60% sobre el Estado. El Observatorio del Derecho a la Ciudad presentó la primera demanda judicial contra el DNU, argumentando inconstitucionalidad y exceso de facultades presidenciales. La respuesta opositora y las amenazas de acciones judiciales complican la implementación de las medidas anunciadas.