AGENCIA
CDMX.- En colonias como Roma, Juárez, Condesa, Centro, Santa María la Ribera y La Merced, ubicadas en la alcaldía Cuauhtémoc, el comercio ambulante no solo se ha consolidado como una práctica de larga data, sino que también ha atraído a migrantes de países como Haití, Colombia y Venezuela, quienes, ante la imposibilidad de llegar a Estados Unidos, buscan una forma de subsistencia en la Ciudad de México.
Un recorrido por calles como Génova, Amberes, Liverpool, Plaza de la República y avenida Juárez revela que los migrantes ofrecen desde comida hasta productos de origen chino. En áreas como el Centro Histórico o la colonia Guerrero, también se han establecido hoteles y casas de migrantes, según Gerardo López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio y la Empresa Familiar (Con Comercio Pequeño).
En la Zona Rosa, ubicada en la colonia Juárez, migrantes comparten espacios con vendedores mexicanos, ofreciendo electrónicos, ropa, zapatos y artículos de belleza en banquetas y pasos peatonales.
“Te encuentras venezolanos, cubanos, haitianos trabajando en el pequeño comercio o en puestos ambulantes”, señaló López Becerra. Sin embargo, advirtió que esta actividad puede exponer a los migrantes a la explotación laboral por parte de mafias que controlan el comercio callejero e, incluso, a ser víctimas de cooptación por grupos criminales.
“El migrante puede ser sujeto de explotación o cooptado por grupos criminales, incluso las mujeres pueden ser forzadas a la prostitución”, alertó el líder gremial.
López Becerra también destacó que, tras la pandemia de Covid-19, muchos migrantes, antes de paso, ahora permanecen en la capital por más de tres meses, buscando empleos temporales para sobrevivir, ya sea en negocios como herrerías, servicios de relleno de agua o en la venta ambulante.
Comerciantes establecidos confirman la creciente presencia de migrantes en el sector. “Ya son muchos los migrantes que atienden puestos en la calle”, dijo Luz, quien trabaja en avenida Insurgentes. Martha, empleada en la colonia Roma Sur, añadió que, a menudo, los extranjeros reciben salarios inferiores, aprovechando su situación de vulnerabilidad.
La situación refleja tanto las dificultades que enfrentan los migrantes como los retos de regular y proteger las actividades económicas en la vía pública en la Ciudad de México.