Córdoba.- La búsqueda de nuevas rutas migratorias para llegar a Estados Unidos mantiene a los migrantes como un “blanco fácil” para la delincuencia. Albergues como “Vive Migrante” los alojan hasta por tres semanas, ante lesiones y problemas de salud generados durante el recorrido.
De acuerdo con el coordinador de la Pastoral Social en la Diócesis de Córdoba, el sacerdote Julián Verónica Fernández, aunque el tránsito de migrantes en tren ha disminuido en gran consideración, no es un fenómeno que se haya erradicado, pues ellos siguen a través de nuevas rutas.
La miseria, pobreza, la falta de oportunidades de desarrollo y fuentes de empleo en las comunidades, siguen siendo una constante para abandonar sus países de origen.
El riesgo es que ante el ingreso de nuevas rutas, los migrantes están mucho más expuestos, se han registrado casos de familias enteras que solicitan albergue hasta por tres semanas porque llegan muy lastimados y requieren recuperación.
La inseguridad es otro de los riesgos a los que se enfrentan. En lo que va del año, la Pastoral ha atendido de forma directa cinco casos de migrantes desaparecidos, aunque los reportes superan las cifras, sobre todo en los puntos donde operan los albergues.
Las zonas de mayor riesgo para los migrantes son Coatzacoalcos y San Andrés, donde se han instalado brigadas de vigilancia para su resguardo.
Las acciones de búsqueda de migrantes desaparecidos no han dado resultados, pues son pocas las coincidencias que han llevado a dar con el paradero ante un reporte, lo único que resta es seguir apoyando a las personas que logran llegar a los albergues, pues necesitan de la ayuda humanitaria.
