- En Oaxaca los rechazan
Cuichapa.- Mientras en algunas comunidades de Oaxaca el descenso de los centroamericanos está prohibido por el asesinato de una mujer, en Providencia algunos de ellos recorren el lugar en busca de dinero para comer.
Con su mochila a un lado y otros en muletas, los ilegales van casa por casa en busca de alimento o una moneda para comprar tortillas y seguir su viaje a Estados Unidos.
“Nosotros venimos a solicitar ayuda de las personas no a delinquir, quizá algunos se han portado mal en algunos lugares, pero nosotros no tenemos la culpa de eso”, mencionaron hombres que estuvieron en la región.
Contrario a lo que ocurren en Vicente Camalote donde no son aceptados, los centroamericanos caminan de un lado a otro, tocando puertas para buscar un pan o agua.
El freno a los ilegales centroamericanos se registra desde hace tres años cuando unos visitantes llegaron para pedir comida a una vivienda donde entraron por petición de la moradora.
En esa ocasión, según vecinos, los sujetos salieron por la puerta principal y desaparecieron de la zona después de matar a la persona que les regaló alimento y abrió las puertas de su casa para darles alojo y alimentarlos.
Esa situación provocó el enardecimiento de la población quien activó un rastreo de los centroamericanos dentro y fuera de la comunidad, en las paradas de trenes y en comunidades sin ubicarlos.
A raíz de ese asesinato se colocó un anunció en la vieja estación del tren, en el que se indica a los centroamericanos que no bajen a esa comunidad, porque corren el riesgo de tener problemas y que mejor sigan su camino.