AGENCIA
Nacional.- La situación de los migrantes haitianos en la Ciudad de México se torna cada vez más crítica, con más de 20 mil personas provenientes de Tapachula, enfrentando discriminación y abandono gubernamental en diversas alcaldías, especialmente en Iztapalapa, Tláhuac y Milpa Alta.
Bethel Ocean, un joven de 25 años con licenciatura en Literatura, es uno de los afectados que, tras cambiar la pobreza frente al mar en Puerto Príncipe, ahora se enfrenta al racismo y a la discriminación en la Ciudad de México. A pesar de trabajar en una taquería en Coyoacán, Bethel vive en condiciones precarias, rentando un cuarto con amigos haitianos.
Wilmer Metelus, presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, denuncia la falta de atención y burocracia por parte del gobierno y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para otorgar documentos a los migrantes. La situación se agrava con albergues hacinados, sin suficientes baños ni atención médica
A diferencia de otros migrantes, muchos haitianos buscan integrarse laboral y socialmente, desempeñándose como albañiles, jornaleros agrícolas, vendedores ambulantes, taqueros, meseros, entre otras actividades. A pesar de las muestras de solidaridad, enfrentan discriminación y, en algunos casos, abuso laboral.
Joseph Toussaint, un profesor de 26 años que dejó las aulas en Puerto Príncipe por la pobreza extrema, trabaja como albañil y vendedor de ropa interior en la peligrosa colonia Quetzalcóatl, en Iztapalapa. La integración laboral de los haitianos está dando a la Ciudad de México un nuevo rostro afrocaribeño, pero el abandono y la discriminación persisten.
El Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos señala la falta de servicios de salud para niños y mujeres enfermos, así como la negación del libre tránsito por el país. La organización destaca la incongruencia entre la postura del gobierno federal ante situaciones similares en otros países y la realidad que viven los migrantes haitianos en la Ciudad de México.
