Tijuana, B.C. – Según los testimonios de las víctimas, los migrantes se ven obligados a pagar sumas de hasta 50 mil pesos al crimen organizado para que se les permita salir de sus comunidades en Guerrero y buscar refugio en Estados Unidos.
Relataron que los perpetradores de la violencia patrullan las calles a diario, controlando y amenazando a quienes intentan huir.
Aquellos que se resisten a pagar esta “cuota” enfrentan la posibilidad de que sus familiares en el pueblo sean amenazados, desaparecidos o incluso expulsados de sus hogares.
Una de las víctimas, a la que llamaremos María para proteger su identidad, logró evadir el pago, pero los delincuentes tomaron como rehén a su madre. Uno de los agresores es su ex pareja de hace siete años, quien también ordenó golpear a su actual pareja.
María compartió su historia, diciendo: “Si no pagamos la cuota, pueden quitarnos la casa de mi mamá, que es lo único que tenemos. Somos pobres, de escasos recursos y estamos huyendo por eso. Él me amenazó, me envió una carta diciendo que me mataría a mí y a mi familia. No confiamos en el gobierno, porque mi cuñado fue a denunciar y lo golpearon”. El padre de María fue desaparecido recientemente, y ella teme que el crimen organizado cumpla sus amenazas, por lo que siente la urgencia de cruzar a Estados Unidos para resguardar la vida de sus hijos.
Otra migrante, Silvia, reveló que en los pueblos de Guerrero existe un toque de queda, y quienes estén fuera de sus hogares después de las 20 horas corren el riesgo de ser desaparecidos.
A pesar de encontrarse en Tijuana y haber evitado pagar la cuota, los delincuentes han identificado a Silvia y comenzaron a amenazarla. Ella expresó su preocupación, afirmando: “No sé qué sucederá. A un familiar se lo llevaron recientemente, logró escapar, pero le quitaron su casa. Los delincuentes se apropian de nuestras posesiones, nos despojan de nuestras viviendas sin ninguna consideración. Ellos son los amos del pueblo”.