Agencias
México.- Las elecciones más recientes en México se han catalogado como las más letales en la historia moderna del país, marcadas por una violencia sin precedentes que incluyó el asesinato de 27 candidatos y 22 atentados. Este clima de inseguridad quedó dramáticamente ilustrado con el trágico asesinato de Gisela Gaytán, candidata de Morena a la alcaldía de Celaya, Guanajuato. Gaytán, quien se preparaba con meses de antelación para su campaña, cambió de planes de última hora para visitar la comunidad de San Miguel Octopan, tras la insistencia de un líder local.
El 2 de abril, un día que comenzó con expectativas de conexión con los electores, terminó en tragedia. Durante su visita a San Miguel Octopan, Gisela Gaytán decidió caminar por una de las calles principales para saludar a los vecinos. Sin embargo, esta muestra de cercanía con la comunidad culminó en un ataque armado que acabó con su vida a plena luz del día. La sorpresa y el horror de este acto violento subrayan los desafíos de seguridad que enfrentan los políticos en regiones conflictivas del país.
Este lamentable evento no solo refleja los peligros que los candidatos enfrentan en México, sino también la profunda crisis de seguridad que permea el proceso electoral en algunas regiones. La muerte de Gisela Gaytán, así como la de otros candidatos, resalta la urgente necesidad de abordar la violencia y garantizar un entorno seguro para la práctica democrática. La comunidad de San Miguel Octopan y el resto del país quedaron conmocionados y en luto, evidenciando el costo humano de una política marcada por la violencia.
