La recién concluida visita de una delegación gubernamental mexicana a Jordania, la cual estuvo encabezada por el canciller José Antonio Meade, ha tenido como objetivos consolidar la amistad, cooperación y entendimiento entre ambos países.
La visita de trabajo —en la que también participaron los directores generales de ProMéxico, Francisco González, y del Instituto Mexicano del Seguro Social, José Antonio González Anaya— ha dado seguimiento a los compromisos asumidos durante la visita de trabajo de Su Majestad el Rey Abdullah a México, en febrero pasado.
Cuando el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y Su Majestad el Rey decidieron dotar de un dinamismo sin precedentes nuestras relaciones, tenían una visión clara sobre la importancia estratégica de crear un acercamiento franco y activo entre nuestros dos países.
Por lo tanto, decidieron profundizar el diálogo político, el desarrollo de los vínculos económicos, además de cooperar y avanzar juntos.
México y Jordania tienen profundas raíces históricas y disfrutan de un rico patrimonio cultural y natural. Nuestras dos naciones se comprometieron a avanzar y trabajar para alcanzar la paz, la seguridad y el desarrollo.
Compartimos valores y estamos dispuestos a actuar de manera constructiva y responsable en todos los foros a fin de hacer frente a los múltiples desafíos planteados por los actuales escenarios internacionales y regionales.
México es un país en paz que experimenta una transformación y es capaz de generar prosperidad en el corto, mediano y largo plazos.
También es un actor global importante dispuesto a reforzar su amistad sincera y valiosa con Jordania casi 40 años después del establecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales.
Como actor con responsabilidad global, México tiene un gran interés en el fortalecimiento de sus relaciones con Jordania, un jugador clave en el Oriente Medio, como parte de nuestros esfuerzos diplomáticos destinados a ampliar y profundizar nuestros lazos con esta región.
La delegación mexicana tuvo conversaciones e intercambió puntos de vista con respecto a los acontecimientos de nuestras regiones, y promovió medidas concretas destinadas a impulsar y diversificar nuestros intercambios comerciales, ahora que estamos a punto de iniciar negociaciones para un acuerdo de libre comercio y dado nuestro interés en crear más y mejores inversiones y oportunidades de negocio.
También acordamos fomentar los intercambios académicos y la implementación de proyectos conjuntos en los ámbitos de la educación, la cultura y las artes.
Por otra parte, los gobiernos de nuestros países acordaron trabajar juntos en materia de promoción del turismo.
Además de aumentar el número de visitantes en los dos sentidos, queremos crear nuevos productos en términos de turismo basados en la naturaleza, aventura, deporte, así como turismo histórico, religioso y arqueológico.
Por lo tanto, es muy importante concluir las negociaciones de un acuerdo de servicios aéreos.
Las visitas a México de Su Majestad el Rey Abdullah y del ministro de Relaciones Exteriores, Nasser Jude, contribuyeron a intensificar nuestro diálogo y permitieron las consultas directas sobre numerosos aspectos relacionados con las agendas regionales y multilaterales.
El gobierno de México reconoce los esfuerzos jordanos destinados a atender y aliviar la situación de los refugiados sirios en su territorio, y seguirá contribuyendo en este sentido en la medida posible.
La visita de la delegación mexicana a Amman es el resultado del liderazgo y la visión de nuestros jefes de Estado.
Vamos a traducir en hechos los acuerdos firmados con el fin de llevar a cabo las actividades, proyectos e inversiones conjuntas que permitan establecer resultados concretos y fructíferos.
Estamos a punto de iniciar una nueva etapa, una más activa y productiva, ya que tenemos compromisos y objetivos claros y, sobre todo, la voluntad de actuar.
Las relaciones de amistad y la cercanía efectiva entre México y Jordania van a prosperar y obtener el reconocimiento más allá de nuestras fronteras.
*Embajador en la República Árabe de Egipto y, en forma concurrente, ante el Reino Hachemita de Jordania, la República Árabe de Siria y la República del Sudán.