AGENCIA
Internacional.- Los gobiernos de México y Estados Unidos (EU) han iniciado conversaciones para desarrollar un proyecto conjunto que contempla la construcción de una prisión de súper máxima seguridad exclusiva para líderes del crimen organizado. La iniciativa busca cortar la comunicación de los capos con el exterior y debilitar la operatividad de las organizaciones criminales en ambos países.
Fuentes cercanas al proyecto revelaron que la idea de una mega cárcel “sólo para capos” ha cobrado fuerza en Washington, donde se considera una estrategia clave para enfrentar a las seis organizaciones criminales catalogadas como terroristas por la Casa Blanca. La prisión contaría con la asesoría de expertos estadounidenses en sistemas penitenciarios de alta seguridad.
La desconfianza de Washington en el sistema penitenciario mexicano es un factor determinante en las negociaciones. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), las cárceles estatales en México tienen una calificación promedio de 6.3 sobre 10, debido a la corrupción y la presencia de actividades ilícitas, mientras que los 14 centros federales de readaptación social no superan los 9 puntos por problemas de “autogobierno” de los internos.
El proyecto contempla tecnología de punta, incluyendo:
*Inhibidores de señales de celulares y radios satelitales.
*Triple protección perimetral.
*Tribunales especializados dentro del complejo, con jueces anónimos escoltados por guardias embozados.
*Inteligencia artificial para monitoreo, con reconocimiento facial y sistemas que detectan movimientos inusuales para prevenir fugas.
El diseño de la cárcel podría inspirarse en modelos latinoamericanos como el “Centro de Confinamiento del Terrorismo” (Cecot) en El Salvador, inaugurado en 2023 por Nayib Bukele. Esta prisión, reconocida por su régimen extremo, ha generado tanto elogios como críticas. Otros referentes incluyen las “cárceles flotantes” propuestas por Daniel Noboa en Ecuador y el proyecto “El Infierno” en Argentina, con un régimen aún más severo.
La medida se discute tras el reciente traslado de 29 capos del narcotráfico a Estados Unidos, donde enfrentarán procesos judiciales con posibilidad de pena de muerte. Entre los extraditados se encuentran figuras como Rafael Caro Quintero, los hermanos Treviño Morales (“Z-40” y “Z-42”) y Vicente Carrillo Fuentes.
Expertos como la antropóloga Elena Azaola han advertido que las prisiones en México continúan siendo centros de operación para el crimen organizado. La creación de una cárcel de súper máxima seguridad podría cambiar esta dinámica, aunque su éxito dependerá de la correcta implementación y mantenimiento de los más altos estándares de seguridad.
Se necesita una reforma a las cárceles de México será el inicio; esto siempre tendría que haber sido prioridad para México.
Ese modelo ya estaba en México, en Las Islas Marías; tan solo el complejo Laguna del Toro, era un modelo similar al estadounidense, pero AMLO lo cerró.
