México.- A partir del 1 de diciembre, el Gobierno de México ha tomado la decisión sin precedentes de suspender las deportaciones de migrantes a sus países de origen debido a la crítica escasez de recursos. Luis, un empleado con más de 15 años en el Instituto Nacional de Migración (INM), advirtió a sus superiores sobre las posibles consecuencias de esta medida, anticipando un aumento significativo en el flujo migratorio en las zonas de paso y cruces fronterizos, así como el cierre de puentes internacionales.
El cierre del puente Internacional 1 en Piedras Negras, Coahuila, es un claro ejemplo de las repercusiones de esta decisión, ya que miles de migrantes han llegado a la zona, provocando el cierre por más de una semana por parte de las autoridades estadounidenses. Luis señala que, desafortunadamente, la situación también ha propiciado el regreso de traficantes de personas, y en muchos lugares, los agentes del INM ya no se acercan a los migrantes. En Ciudad Juárez, por ejemplo, la ausencia de autoridades mexicanas ha dejado a los migrantes esperando al lado del Río Bravo, buscando oportunidades para cruzar hacia Estados Unidos.
Óscar Ibáñez, representante de la gobernadora en Ciudad Juárez, destaca la posibilidad de cierres comerciales en cruces internacionales debido al aumento de migrantes, subrayando la necesidad de que el gobierno federal destine recursos y presupuesto para abordar esta crisis migratoria. Además, en Matamoros, Tamaulipas, alrededor de 3 mil migrantes se encuentran varados por la suspensión de deportaciones, generando incertidumbre y desesperación entre aquellos que ya fueron deportados y se encuentran en una situación indefinida por la falta de recursos federales.
