Por: TOMÁS GONZÁLEZ JIMÉNEZ / columnista
A través de la historia de México, siempre los mexicanos han tratado de que las situaciones económicas, sociales, culturales, etc., beneficien a todos los habitantes de este País, pero debe expresarse que desde que, supuestamente, alcanzó su Independencia con la firma de los Tratados de Córdoba, donde no estuvo presente la Insurgencia que luchó tanto porque se alcanzara, desde ahí encontramos la primera falla política en que se incurrió.
Posteriormente continuaron sucediendo movimientos sociales, que en muchos casos fueron fugaces, no alcanzando tampoco los verdaderos ideales a que aspiraron, y siguen haciéndolo los mexicanos bien nacidos, los que murieron en los campos de batalla, ofrendando así sus vidas en pos de un México mejor.
Nos está tocando ver el nuevo intento que se está haciendo por una gran mayoría de seres humanos, que ante la realidad de lo que está sucediendo donde se palpan grandes retrocesos, echando al bote de la basura todo aquello que se había ganado.
El Movimiento de Regeneración Nacional, es el nuevo intento que se está haciendo ante tanto atropello y desigualdad que persiste en el País, de ahí que sus integrantes vienen desplegando una gran actividad en todo el Estado de Veracruz, orientando al pueblo para que llegado el momento de las elecciones que se desarrollarán en el 2018, no se vuelva a permitir que nuevamente caiga en las manos de la corrupción con su pareja que representa la impunidad, es decir, en los partidos políticos que tienen esas características.
De ahí el despliegue de sus mejores elementos como la Diputada Federal Rocío Nahle, quien en múltiples ocasiones ya se ha enfrentado con el Gobierno Federal y con los partidos políticos que han incurrido con graves perjuicios a la Patria, por supuesto con pruebas en la mano que son irrefutables, perjuicios que están a la vista de todos los mexicanos y que de hecho vienen poniendo en grave peligro al País.
Sí es verdad que estamos en la época de la globalización y la tecnocracia, pero se debe entender que estas corrientes políticas internacionales se tratan de imponer a todos los pueblos de la tierra a como dé lugar, pero estas sólo benefician a los pueblos del llamado primer mundo, y el resto de las naciones han seguido como siempre proporcionando materias primas y mano de obra barata.
Además entregando sus tierras, sus minas, perjudicando al medio ambiente, regalando los grandes yacimientos de petróleo. Así como también tratan de borrar los beneficios al campesino, al obrero, y a los trabajadores en general, etc.
Por ahora los partidos oficiales y sus satélites han venido imponiéndose, pero ya se vislumbra una verdadera y pacífica revolución, que de hecho ya se viene realizando, para despertar todas las conciencias de los mexicanos y hagan a un lado la apatía y, llegado el momento, emitir sus votos en favor del cambio de estructuras, para una vida mejor a la que tienen derecho, pues ya es hora que se cambien los rumbos y se olviden de las migajas a las que hasta hoy han estado acostumbrados.
Esas migajas que siempre ha repartido la clase política es a lo que acostumbraron los dos partidos nacionales que han gobernado al País, al pueblo mexicano, y ya es hora de no pedir, de no rogar, sino de exigir mayor equidad en todos los aspectos que se requieren para una mejor existencia.
Esos partidos políticos y sus satélites que han gobernado a México, ya es hora de desecharlos, de decirles: ¡Ya basta, ya basta!
El pueblo ya no quiere corrupción, ya no quiere impunidad para los que han delinquido con el dinero del pueblo, para ellos todo el peso de la Ley, pues si ya se empezó con un gobernante delincuente, que se jale a los dos anteriores y a todo el ramaje y telaraña que tejieron, para que no se sigan riendo del ciudadano que trabajan honesta y honradamente para sobrevivir.