AGENCIA
CDMX.- Debido a la crisis climática, en los últimos 120 años la temperatura de México se incrementó 1.7 grados centígrados anual, en promedio, en contraste, alerta un reporte liderado por científicos de la UNAM, la temperatura global aumentó 1.2 grados centígrados con respecto al periodo preindustrial.
El informe Estado y perspectivas del cambio climático en México, cuyo resumen será presentado en dos semanas, indica que esta situación se debe a la localización geográfica del país.
México no enfrenta las mismas tasas de calentamiento y son mucho mayores en el norte, ya que en algunos lugares se alcanzan los 6 grados por siglo, “eso es una tasa de calentamiento muy elevada e importante; mientras que en algunas partes del sur, la tasa de calentamiento es de 5 grados por siglo y el resto del territorio está entre 2 y 3 grados”, explica Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PICC) de la UNAM.
En el periodo observado 1975-2018, las tendencias de CDD indican incremento de seis y hasta ocho días adicionales por década en el noroeste; de entre dos y cuatro días adicionales por década en el centro, y el resto del territorio muestra tendencias de entre 0 y 2 días consecutivos secos adicionales por década.
Sobre dicho reporte, Estrada dice que se trata de una iniciativa que lidera la UNAM y cuenta, además, con la participación de científicos de otros institutos de investigación y universidades del país.
“Hicimos la tarea de recopilar información sobre qué significa en términos de impactos en salud, biodiversidad, agricultura y en otros sectores; cómo van las emisiones de México, cómo ha cambiado el clima, qué lugares del país y qué poblaciones son las más expuestas, entre otros puntos, para darnos una idea de la magnitud y gravedad del problema que significa el cambio climático, y esto es algo que el gobierno ya debería tener preparado para llegar a una Conferencia de las Partes, pero no lo tiene”.
Para conocer los impactos del cambio climático en México, Estrada destaca que primero debe saberse cuánto tiempo nos tardaríamos en pasar de un clima al que se le consideraría normal a otro clima al que hoy se le catalogaría como un evento extremo, “esto ayuda a calcular cuántos años nos quedan para que la sociedad enfrente un clima que desconoce, y en este momento nos quedan sólo 20 años para llegar a ese clima extremo, con el que no estamos familiarizados en lo absoluto”.
El reporte observa distintos escenarios para la economía de México en este siglo, por ejemplo, si no se logran las negociaciones internacionales en materia de cambio climático con planes ambiciosos y que se implementen, como lo estipula el Acuerdo de París, “lo que vamos a tener es un cambio del clima muy pronunciado y esto para México representaría algo similar a que hoy perdiéramos entre medio producto interno bruto y hasta cinco veces el PIB, de ese tamaño es el costo del cambio climático para nuestro país”.
En agricultura, señala que una investigación reciente analiza qué pasa con seis cultivos importantes para el país, ligados a qué tanto se importa y qué tanto se consume, que son: maíz, arroz, sorgo, trigo, soya y caña de azúcar (por su importancia industrial y comercial).
Para maíz, hacia finales de siglo, en promedio, el país perdería entre 31% y 42% de sus rendimientos; en lo local, indica, hay estados que podrían perder hasta 80% de sus rendimientos de maíz de temporal que está directamente asociado con autoconsumo y seguridad alimentaria, “en la actualidad hay 23 estados que producen, en promedio, al menos una tonelada de maíz por hectárea de temporal, con 20 millones de personas que dependen de esa producción”.
Con el tipo de trayectoria de calentamiento en el que se está, continúa el científico mexicano, de no lograrse metas ambiciosas en las negociaciones internacionales sobre el Acuerdo de París, de 23 estados que pueden producir con el rendimiento de al menos una tonelada por hectárea, se pasaría a que sólo 11 estados podrían mantener esa producción.
El trigo a finales de siglo, el país perdería en promedio entre 20% y 23% de los rendimientos; para arroz, entre 40% y 50%; en sorgo, entre 36% y 41%; en soya, entre 45% y 59%, y la caña de azúcar podría tener ganancias, pero dependería de los supuestos que se hagan, “es una parte técnica, si el cultivo va a absorber el CO2 que hay en la atmósfera podría haber beneficios, pero quitando ese supuesto, se perdería 12% promedio del rendimiento a nivel nacional”.
En la Ciudad de México, apunta, en promedio la temperatura ha aumentado cuatro grados centígrados durante los últimos 100 años, 3 grados por cambio climático local y 1 grado por cambio climático global.
“Si nos vamos hacia el futuro, imaginemos que la temperatura aumenta por cambio climático global 3 grados centígrados más, entonces, estaríamos hablando de un calentamiento de entre 7 u 8 grados centígrados para finales de siglo en las ciudades del mundo”.
Es muy difícil pensar cómo funcionaría una ciudad que no hace estudios sobre islas de calor, sobre estrategias de adaptación, que desconoce los riesgos, “cómo estaría el sistema Metro con una temperatura 8 grados centígrados más alta, cómo sería el día más caliente del año en esas condiciones generales, ¡es brutal!”.