Las defensorías de los derechos humanos de México, Honduras, Colombia, Guatemala y Ecuador pidieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que dicte medidas cautelares para detener la política migratoria de “tolerancia cero” de Estados Unidos que separa a niños migrantes de sus familias.
Mientras, en Washington el presidente Donald Trump declaró ayer: “No nos vamos a convertir en un campo de refugiados”, cerrando así la puerta a una reconsideración de las medidas migratorias de su gobierno. “No vamos a pedir perdón por el trabajo que hacemos”, añadió la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.
DIARIO COAHUILA