AGENCIA
Nacional.- El gobierno de México ha identificado al menos 10 armerías en Arizona que abastecen al Cártel de Sinaloa, lo que refuerza su insistencia ante Estados Unidos para cortar el flujo de armas hacia territorio mexicano como medida clave para combatir la violencia y el narcotráfico. Así lo señaló Marcelo Ebrard, secretario de Economía, durante un evento de la empresa aeronáutica Safran en Querétaro.
Ebrard enfatizó que el 70 por ciento (%) de las armas utilizadas por el crimen organizado en México son de fabricación estadounidense, lo que subraya la responsabilidad compartida en la lucha contra la delincuencia. “Si Estados Unidos realmente quiere disminuir el consumo de fentanilo, debe frenar el suministro de armas a México”, declaró.
El funcionario también calificó como una táctica de presión las amenazas recientes del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos. Según Ebrard, la estrategia busca forzar a México a endurecer su política migratoria, pero México pondrá en la mesa de negociación el tema del tráfico de armas hacia los cárteles.
En enero de 2024, la Corte de Apelaciones de Estados Unidos falló a favor de México en una demanda presentada en 2021 contra la industria armamentista, un logro que Ebrard calificó como un avance significativo para reducir la violencia en el país. La demanda busca responsabilizar a las armerías por facilitar el equipamiento de la delincuencia organizada.
“El fallo de la Corte nos da una oportunidad histórica para combatir las causas de la violencia en México, al reducir el acceso del crimen organizado a armas de alto poder”, señaló Ebrard en redes sociales.
La postura de México pone de relieve la necesidad de un enfoque integral en la lucha contra el narcotráfico y la violencia, donde ambas naciones asuman su responsabilidad: Mientras Estados Unidos enfrenta la epidemia del fentanilo, México busca frenar el flujo de armas que alimenta al crimen organizado.
La próxima ronda de negociaciones entre ambos países será clave para determinar si estas demandas encuentran un terreno común y si las amenazas arancelarias de Trump se materializan o quedan en el discurso.