AGENCIA
Internacional.- México ha sido catalogado como el cuarto país más peligroso y violento del mundo, de acuerdo con el Índice de Conflictos de la Iniciativa Global de Datos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED, por sus siglas en inglés). A pesar de no encontrarse en un conflicto armado declarado, el país supera en niveles de violencia a regiones inmersas en guerras como Ucrania, Yemen y Sudán, lo que subraya la gravedad de la crisis de seguridad que enfrenta.
El ranking liderado por Palestina, donde los ataques armados de Israel han provocado graves tensiones, incluye también a Myanmar y Siria, ambos afectados por conflictos internos. México ocupa el cuarto lugar, lo que refleja la intensa violencia generada principalmente por el narcotráfico y el control territorial disputado entre cárteles.
El informe de ACLED señala que el gobierno mexicano tiene “el poder pero no el control” de su territorio, una declaración que evidencia las limitaciones del Estado para garantizar la seguridad en amplias zonas del país.
Uno de los aspectos más alarmantes del reporte es el aumento de la violencia política, especialmente durante el proceso electoral de 2024. En este año se registraron 8 mil 110 homicidios vinculados a crímenes políticos, marcando un récord y resaltando el deterioro de la seguridad en un contexto democrático.
México también ocupa el séptimo lugar global en términos de muertes generadas por conflictos, siendo el segundo país donde la población ha sufrido mayores afectaciones por la violencia, solo detrás de Palestina.
La lucha interna en el Cártel de Sinaloa, entre las facciones de Los Chapitos y La Mayiza, es una de las principales causas de la violencia actual, según ACLED. Esta situación podría abrir oportunidades para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de expandir su influencia en regiones clave del país.
El informe advierte que los niveles de violencia podrían incrementarse en 2025, prolongando el ambiente de inseguridad que afecta a millones de mexicanos.
El reporte concluye que México enfrenta una crisis de seguridad “extrema y consistentemente preocupante”, donde el narcotráfico y la violencia política continúan debilitando el Estado de derecho. La población vive en medio de un escenario cada vez más peligroso, mientras el gobierno lucha por contener una situación que, según expertos, requiere soluciones integrales y urgentes.
La clasificación de México como uno de los países más violentos del mundo subraya la magnitud del desafío que enfrenta el país para restaurar la paz y garantizar la seguridad de sus ciudadanos.