Desde la implementación de la NOM-051 en México, que exige etiquetado frontal de advertencia en alimentos no saludables, los resultados de una investigación del Instituto Nacional de Salud Pública revelan un cambio significativo en los hábitos de consumo. Según el estudio publicado en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, un gran porcentaje de mexicanos ha reducido la compra de refrescos y alimentos poco saludables.
El estudio destaca que más del 44% de los adultos y casi el 39% de los jóvenes han disminuido la compra de productos como refrescos de cola, snacks y postres azucarados, gracias a las etiquetas de advertencia. Esto refleja un impacto positivo especialmente entre subpoblaciones con menor educación y adultos indígenas.
La investigación, basada en datos del Estudio Internacional de Políticas Alimentarias, revela que el etiquetado ha influenciado significativamente las decisiones de compra, promoviendo opciones más saludables entre los mexicanos. A pesar de la resistencia inicial de la industria de la comida chatarra, esta legislación está demostrando ser efectiva en la lucha contra la obesidad y otras enfermedades relacionadas con la dieta.
El cambio del sistema de etiquetado ha sido crucial para informar a los consumidores sobre el contenido nutricional de los alimentos, marcando un hito en la política de salud pública en México.