Tras acumular pilas de basura de vasos rojos de plástico después de una fiesta, la mexicana Ana Cristina Dorantes ideó una alternativa comestible a los desechables con sus conocimientos como diseñadora industrial.
Al enterarse de la idea, su hermana Carolina dejó su empleo en una empresa multinacional para juntas fundar Food Lab, su propio negocio que ya tiene en el mercado los vasos Yummy Shots, hechos de gomita con grenetina, y que está por lanzar popotes de harina de trigo, conocidos en otros países como pajillas o pitillos.
“Nosotros damos una opción de algo que te puedes comer y en verdad se deshace donde lo tires. No necesita composta, no necesita nada más allá de que te lo comas. Y sirve hasta de alimento para otros animales, entonces nosotros queríamos dar como ese plus, más allá de ecológico, queremos crear nuevas experiencias”, expresa Carolina.