AGENCIA
BARCELONA.- Hasta el cierre de esta edición, el astro argentino no había renovado con el Barcelona y se convertía en agente libre, con ello se vinieron los recuerdos como aquel 16 de octubre de 2004 cuando un joven llamado Lionel Messi debutó con el primer equipo del Barcelona en un partido frente al Espanyol. Nadie podía imaginar en lo que llegaría a convertirse. Ha ganado todos los títulos con su equipo y ha sido coronado en varias ocasiones como el mejor futbolista del planeta. Su historial es de otro mundo.
Este jugador, símbolo de la grandeza del Barcelona en los últimos años, y sorprende quedar libre a partir de la media noche de ayer. Su contrato finalizó este 30 de junio y a pesar de los intentos de Joan Laporta para que amplíe su contrato, el acuerdo se resiste. Desde que el presidente accedió a su nuevo cargo, su gran prioridad fue trabajar para que Messi renueve su contrato.
No hay que olvidar que hace un año estaba dispuesto a dejar el Barcelona. Con un enfrentamiento abierto con Josep Maria Bartomeu, el futbolista llegó a pedir su salida mediante un burofax. El entonces presidente se cerró en banda y no quiso oír hablar de esta posibilidad ciñéndose a la cláusula de rescisión de 700 millones que tenía el futbolista.
Laporta sabía que tenía que reconducir la situación. A lo largo de la campaña electoral se jactó de que Lio tenía confianza en él porque todo lo que le había dicho se había cumplido. Con esa buena predisposición del jugador, se puso manos a la obra para ver la forma de pagar un enorme contrato y darle un proyecto deportivo ganador, algo fundamente para Messi. Seguramente más que el dinero. Una vez que han pasado casi cuatro meses desde que Laporta accedió a la presidencia, no hay acuerdo entre las partes. La relación de Laporta con Messi y su padre es muy buena y con este último habla con frecuencia y esto beneficiría para cerrar el trato.