De la Redacción
El Buen Tono
“Para poder sacar lo mejor de nosotros, necesitamos de la luz de Cristo; necesitamos la presencia del Señor, no sólo que nos bañe con su luz, sino que penetre en nosotros para ser causa de grandes maravillas en su presencia”.
Lo anterior es el exhorto del sacerdote Jorge Arturo Cisneros Valentín, de la parroquia San Juan Bosco, a los feligreses que acudieron a la homilía este miércoles 25 de diciembre.
“La Navidad es una celebración gozosa del Nacimiento del Salvador. Un día sagrado ha brillado para nosotros porque hoy ha descendido una gran luz sobre la tierra. La Navidad se caracteriza precisamente por ser luz, y es rechazada por aquellos que viven en la oscuridad y quieren mantenerse en esa oscuridad”.
“Quien ha recibido al Señor ha recibido la luz de Cristo. Jesucristo es el Sol que nace de lo alto, la luz que no acaba, que no muere. ¿Cómo es eso? El Sol nace del Oriente y se oculta por el Poniente. Es una luz muy fuerte, pero a pesar de su potencia llega la noche, la oscuridad, y muere. Jesucristo, en cambio, es el Sol que nace de lo alto y baja, es luz permanente, no se oculta, está en la cima. Es Jesucristo, el Señor, quien ilumina las maravillas de Dios que somos cada uno de nosotros. Que el Niño que ha nacido pueda iluminar nuestra realidad”, concluyó.