Agencias
Después de enfrentar un período marcado por la violencia en México y Centroamérica, 92 niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados recibieron protección internacional en Estados Unidos, donde se reunieron con sus familiares. Estos menores, de entre 9 y 17 años, migraron solos debido a la violencia del crimen organizado y la presión de pandillas, entre otros factores, y llegaron hasta Tijuana para ingresar de manera regular a Estados Unidos, donde ahora tienen acceso a oportunidades educativas y aspiran a convertirse en profesionistas.
Un estudio realizado por la doctora Aída Silva Hernández, en colaboración con Casas YMCA Niñez y juventud en Movilidad, revela que estos niños se encuentran actualmente en California, Carolina del Norte, Washington y Nueva Jersey. Después de pasar por centros de detención conocidos como “las hieleras”, recibieron el parole humanitario, para lo cual sus patrocinadores debieron pagar altas cantidades de dinero.
A pesar de encontrar seguridad en Estados Unidos, la adaptación de estos menores a su nueva vida ha sido difícil, debido al sufrimiento que experimentaron al viajar solos, alejarse de sus seres queridos y reunirse con sus familiares después de varios años. Este proceso debería motivar a las autoridades de protección a la niñez en México y Estados Unidos a brindarles protección y apoyo durante y después de su migración, para mejorar su adaptación y garantizar que los procesos migratorios se realicen conforme a derecho.